Las expectativas con las que llegamos a un nuevo empleo son altas. Esperamos lo mejor y queremos demostrarlo. Por eso, elegir el outfit adecuado ayudará a posicionar nuestra imagen.
Para muchas personas resulta complicado saber cómo vestirse el primer día de trabajo. Los nervios y el pasar un buen rato delante del armario sin encontrar respuesta no ayudan demasiado. Estudios muestran que en tan solo 30 segundos alguien puede hacerse una imagen de ti tan solo analizando tu forma de vestir y tu actitud. Entonces, ¿qué es lo adecuado? La cuestión más importante, como en todo, es saber a dónde vas. No es lo mismo trabajar en un banco que en una agencia de publicidad. Sin embargo, existen opciones neutrales para no arriesgar demasiado.
Opta por un look business casual. Por muy informal que resulte el trabajo, por mucho que vayas a estar rodeado de un ambiente relajado y donde todo el mundo puede ponerse lo que sea, es mejor que para tu primer día apuestes por algo formal. Una camisa lisa y un pantalón oscuro pueden ayudar. De manera opcional, puedes agregarle seriedad a tu atuendo incluyendo un blazer.
Muestra coherencia. No es recomendable que te arregles demasiado y que al día siguiente vistas informal. Recuerda que lo mejor es ser coherente a la hora de elegir el atuendo que vas a llevar puesto el primer día como en el resto de ellos.
Sé casual pero oportuno. Si decides optar por un look casual eso no significa que descuides tu imagen. Puedes lograr mantenerte implacable sin necesidad de sacrificar tu comodidad. Por ejemplo, puedes usar pantalones con costuras delicadas de colores como beige o azul, solo necesitas combinarlos con una camisa de tonos neutros. Si crees que aún con eso le hace falta un poco de color a tu atuendo, puedes incluir una chompa delgada.
Por último, recuerda que lo más importante para afrontar el primer día es tu personalidad. De nada servirá lo que lleves puesto si tu expresión corporal demuestra inseguridad.
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