Desde agosto del 2016, Finlandia promueve la educación multidisciplinaria en su currícula escolar.
La educación en Finlandia es considerada una de los mejores del mundo. Una de las últimas novedades introducidas en el sistema educativo de este país tiene que ver con el concepto de educación multidisciplinaria. Se trata de un cambio en las formas de enseñar que no han variado desde el siglo XIX. Básicamente consiste en la libertad que se le da al docente para combinar los conocimientos y ofrecer a los alumnos una mirada multidisciplinaria.
Según Pasi Sahlberg, experto finlandés en educación, esta reforma tiene que ver con trabajar de forma multidisciplinaria algunos aprendizajes de las materias básicas. Por ejemplo, se desarrollan proyectos con concepto holístico a fin de que el aprendizaje sea significativo. El objetivo es fomentar la colaboración entre docentes de diversos cursos para integrar distintas áreas del saber.
La enseñanza basada en proyectos propone una producción concreta y un resultado final. Para ello se establecen objetivos y se definen las acciones que se realizarán, los recursos que se utilizarán y el tiempo que demandará. De este modo, cada proyecto educativo guarda semejanza con los proyectos que se desarrollan en la vida adulta y en el plano profesional. Así se evita que sean tareas que se realizan en el aula solo para lograr una nota.
Los profesores acompañan a sus alumnos a reflexionar sobre cómo los conceptos que se estudian en una materia, pueden aplicarse a otras y en la vida cotidiana. Así, los docentes tienen un papel más activo y dejan de ser meros transmisores de temas que figuran en la currícula escolar. Con esta propuesta educativa, el objetivo es que el aprendizaje sea motivador, deje huella en los estudiantes y les sea útil como herramienta para la vida.
Para poner en marcha esta forma de enseñanza, las aulas se transforman en amplios espacios de trabajo donde los chicos aprenden realizando proyectos conjuntos. Pasan de ser simples receptores de información, sentados en carpetas por horas, a intervenir de manera activa en su educación.
Esto, por supuesto, tiene múltiples beneficios a nivel cognitivo. Entre sus ventajas destacan que favorece la formación de habilidades cognitivas superiores y la resolución de problemas. Además, se promueve la investigación, la búsqueda de información, la creatividad e innovación y el pensamiento interdisciplinario.
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