El dolor abdominal es algo común en bebés. Afortunadamente, la mayoría de veces no se trata de un problema grave.
El llanto de un bebé nos dice muchas cosas: es la única forma que tiene de hacernos saber que no está a gusto y que nos necesita. Desde hambre, sueño, frío, calor o cólicos, un bebé puede sentirse muy saturado con frecuencia.
Los signos del dolor abdominal son sencillos de identificar: el bebé está molesto, se arquea y se pone muy rojo. El problema empieza cuando, a pesar de los esfuerzos por calmarlo, el llanto continúa y la desesperación aumenta. ¿Por qué le duele la barriga y cómo solucionar su molestia? Vamos a verlo.
La clave está en aprender a identificar los síntomas. Según María Goñez, pediatra de EsSalud, lo más común es que esté sufriendo de cólicos. “Los cólicos se deben, la mayoría parte del tiempo, a contracciones intestinales dolorosas”, dice. Si tú bebé tiene gases, llora incontrolablemente y encoge las piernas, es muy probable que esta sea la razón.
Otra de las razones es el estreñimiento. “Este problema es más normal en bebés que están comenzando a ingerir sólidos”, dice. Las señales más comunes pueden ser la ausencia de deposición o su evidente incomodidad al hacerlo. La avena, las peras y las ciruelas son alimentos que pueden ayudar.
Las alergias alimenticias son otra causa que hay que considerar. “Cuando los bebés son alérgicos a algún alimento, por ejemplo, a la proteína de la leche de vaca, su cuerpo trata al alimento como una sustancia invasiva y pone en marcha el sistema inmune, que puede causar una reacción alérgica severa”, menciona la especialista. Algunos de los síntomas, además del dolor abdominal, son la respiración silbante, congestión nasal, diarrea y lengua hinchada.
Aprender a interpretar el llanto de tu bebé puede ser de gran utilidad en estos casos. Recuerda: es importante que te asegures primero que no llora por hambre. No lo obligues a alimentarse si no está interesado en el biberón o en el pecho.
Comparte esta noticia