La batalla del papel versus lo digital no se limita a los periódicos o libros. El uso de algunos útiles de oficina, como los salvadores post-it, también forman parte de este dilema.
Las oficinas destinan una parte de su presupuesto logístico para la compra de papelería. Esto no tiene nada de raro, pero en algunas oficinas ya se ha abierto el debate del uso de ciertos elementos que tienen su correspondencia virtual. Es el caso de los Post-it. Estos pequeños papelitos con pegatina en la parte superior, inventados por el norteamericano Arthur Fry, se han vuelto esenciales para los trabajos de escritorio. Ya sea en su versión virtual o física.
La consultora española experta en digital, Paradigma, hizo un compartivo entre los equipos de trabajo que prefieren trabajar con tableros de Post-it virtuales y los que prefieren los físicos. Aquí un resumen de los beneficios de cada uno:
Los clásicos Post-it
-Nos dan una foto real de todo el trabajo pendiente.
-El disponer de una herramienta física es ideal porque podemos adaptarla a las necesidades reales de un proyecto concreto.
-Un argumento más a favor del tablero físico es que, si alguien está de vacaciones, se desconectará totalmente del proyecto, al no tener un sitio donde mirar el estado actual.
Los virtuales
-Facilita el teletrabajo, simplificando de esta forma la accesibiliddad y fomentando la colaboración.
-Fomenta la interacción entre los miembros de un equipo, ya que la información puede ser actualizada.
-Es posible usar filtros o sistemas de búsqueda que ayudan a mantener la información mejor estructurada y ordenada para localizar lo que necesitamos.
-Toda la actividad queda registrada, por lo que se puede ver si se cometió algún error.
-Ofrecen la posibilidad de tener una visión global, gracias a las métricas y gráficas que incorporan.
-Son más ecológicos y económicos.