Los padres que ponen reglas claras, sin autoritarismo, y que han sabido ganarse la confianza de sus hijos tienen más oportunidades de canalizar la rebeldía natural de la adolescencia.
La adolescencia es el pasaje en el que se deja definitivamente la niñez para convertirse en adulto. Los adolescentes viven en una especie de ‘limbo’ emocional: “por un lado quieren hacer todo aquello que hacen los adultos, pero por otro lado se niegan a abandonar las comodidades y la protección de la infancia. Es una etapa de mucha angustia para ellos y también para los padres”, refiere la psicoterapeuta psicoanalítica Virginia Rosas Ribeyro.
La mejor forma de tratar a un adolescente difícil es entender que el joven se está descubriendo a sí mismo sin ser una extensión de sus padres. Siempre y cuando no haya riesgo de que caiga en situaciones de pandillaje, drogas, fugas o violencia, Rosas considera que “la rebeldía debe verse como una fase de ‘construcción’ de un futuro adulto”. Por ello, un padre debe relacionarse con su hijo adolescente desde la comprensión, ya que si se exaspera enseñará a su hijo estas conductas.
Lo primero es intentar ponerse en el lugar del hijo, escuchándolo y tratando de entender lo que siente. Pero para lograr esto se debe haber cultivado la confianza necesaria para expresar los sentimientos. “Por ejemplo, un padre puede decir: ‘entiendo que quieres hacer tal cosa, pero siento temor de que te pase algo’. A partir de ahí se puede negociar”, indica.
Aquí te enumeramos 5 aspectos que debes tener en cuenta para evitar y lidiar con una situación de conflicto con un hijo adolescente:
1) Calma. Es mejor no discutir cuando estás angustiado o tienes cólera. Si el chico está siendo irrespetuoso, es recomendable decirle: “¡No te permito que me hables así!” y salir de la habitación hasta que los ánimos se calmen y se puedan sentar a discutir más tranquilamente.
2) Reglas claras. Los padres deben tener claro que son ellos los que establecen las reglas en su casa. Estas deben ser razonables, por supuesto, pero no son los hijos los que deben imponerlas.
3) Sin contradecirse. Un punto muy importante es que los padres deben estar de acuerdo en las decisiones y no desautorizarse el uno al otro. A menudo los hijos son utilizados en las disputas conyugales, esperando que tomen partido por uno o por otro. Ej. El esposo pelea con la esposa y le da permiso al hijo para salir aunque ella se lo haya negado.
4) Adultez. Un joven y sus padres deben saber que a los 18 años ya se es un adulto. Esto conlleva derechos y obligaciones que se deben respetar si se quiere seguir viviendo en armonía bajo el mismo techo.
5) Confianza. No esgrimir jamás como argumento en una discusión las confidencias que el adolescente puede haberle hecho a uno de sus padres. Sería una infidencia que redundaría en una pérdida de confianza del chico al sentirse traicionado.
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