Una educación al estilo jesuita forma hombres líderes, comprometidos con la transformación de sus entornos y compasivos con los más necesitados. Si estás interesado en una formación humana integral para tu hijo, esta puede ser la mejor opción para ti.
La educación es uno de los pilares de la Compañía de Jesús, cuya misión consiste en trabajar al servicio de la fe y de la promoción de la justicia. Desde la llegada de los primeros jesuitas al país, en el siglo XVI, la Compañía no ha dejado de apostar por la educación de la niñez y de la juventud, desde una perspectiva humanitaria e integral.
La educación jesuita en el Perú asume el desafío de ofrecer una formación de excelencia, reflexiva, crítica y responsable, orientando a sus alumnos hacia una participación activa en la vida de la Iglesia y del país. Forma una persona atenta y preocupada sobre los problemas de su entorno, potencia sus capacidades y talentos y los incentiva a contribuir a la construcción de una región y un país más justo, fraterno y democrático.
Los colegios de la Compañía de Jesús basan su práctica educativa en el Paradigma Pedagógico Ignaciano (PPI) que tiene como objetivo enseñar a ser, enseñar a pensar y enseñar a aprender a través de los ámbitos científico-técnico y el humano-cristiano. De tal manera, los niños alcanzan la excelencia académica, siendo autónomos, críticos y solidarios.
La importancia de la etapa inicial
El nivel inicial es la etapa más importante para el desarrollo integral del ser humano, pues es en la primera infancia donde se cimientan las bases del aprendizaje y de la personalidad de los niños, sostiene Mónica Agurto Trelles, coordinadora del Ciclo I del Colegio San Ignacio de Loyola de Piura.
Conscientes de ello, desde hace varios años, los colegios de la Compañía de Jesús buscan brindar una educación de calidad desde el nivel Inicial, ofreciendo a sus estudiantes innovación pedagógica, experiencias formativas y espirituales y diversas actividades, desarrolladas estratégicamente, también con las familias, para lograr una formación integral.
De ahí que, aspectos como la tecnología y el contar con espacios amplios y adecuados sean tan importantes en la práctica de su propuesta educativa, pues el aprendizaje en los niños se logra integrando distintas áreas académicas al desarrollo psicomotor, pues a esta edad (3 a 5 años), los niños aprenden moviéndose y manipulando. Acompañado de ello está la enseñanza de hábitos y normas de convivencia como el respeto, la tolerancia, la comunicación y el compartir, que luego se convierten en valores y virtudes que facilitan su desenvolvimiento en distintos espacios sociales a lo largo de su vida.
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Colegio San Ignacio Loyola Piura
Por otro lado, algunos niños, desde pequeños, ya muestran características visibles de liderazgo; en ese sentido, los colegios jesuitas forman hombres solidarios, dispuestos a utilizar su liderazgo en favor a los demás. Incentivan a sus alumnos a visitar centros poblados de escasos recursos económicos y a participar de experiencias solidarias que les permiten conocer otras realidades y contrastarlas con las suyas. De esta manera, los niños se hacen conscientes de otros contextos y se comprometen con aportar a la mejora de la sociedad dando pasos hacia su proyecto de vida.
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Colegio San Ignacio Loyola Piura
Una educación al estilo jesuita forma hombres para los demás. Niños y jóvenes con modos distintos de proceder teniendo como fin un mundo más justo, tolerante y solidario. Además, forma hombres líderes, competentes académicamente, comprometidos con la transformación de sus entornos, compasivos con los más necesitados y conscientes de que las decisiones que tomen pueden beneficiar a los demás. Esa es la propuesta que ofrece el San Ignacio de Loyola, el Colegio Jesuita de Piura.
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