La innovación es el ingrediente fundamental en el mundo de los negocios. Además de nuevas tecnologías implica una cultura organizacional abierta para desarrollar nuevos productos y servicios.
“La innovación es lo que distingue a un líder de los demás”, decía Steve Jobs, CEO de Apple, quien es un referente en el mundo de cómo la innovación es una forma de pensar y de trabajar en sus negocios.
¿De qué trata la innovación? La innovación consiste en crear y aplicar nuevas ideas para los productos o servicios que una empresa ofrece a fin de generar un valor diferenciador ante sus competidores.
La innovación va de la mano con la asimilación de nuevas tecnologías entre las que se incluyen: el uso de la nube digital, la robótica, la inteligencia artificial y el machine learning, principalmente.
A la vez, hay el creciente interés dentro de las empresas en generar estructuras organizacionales que sean más abiertas a la innovación, como una apuesta a futuro pero también como una forma de atraer y mantener el talento joven, especialmente los nativos digitales.
Bajo esta tendencia las oficinas se convierten en zonas liberadas dentro de la habitual rigidez corporativa, las reuniones de trabajo son más dinámicas y se considera el trabajo a distancia (teletrabajo) como una forma de retener a los colaboradores y mejorar su calidad de vida.

Todos estos cambios apuntan a encontrar nuevas formas de llegar a clientes más exigentes, optimizar procesos, generar eficiencias y reducir costos. ¿Cómo lograrlo? Según la norteamericana Sharlyn Lauby, experta en desarrollo organizacional, es necesario formar líderes de pensamiento que promuevan los cambios señalados en la cultura organizacional.
Asimismo, los colaboradores deben ser entrenados para conocer las nuevas tecnologías e incorporarlas en sus procesos de trabajo. También la organización debe estar dispuesta a establecer alianzas estratégicas para desarrollar nuevos productos y servicios.
Generar una cultura organizacional innovadora es un trabajo de largo plazo y requiere inversión en la capacitación de los colaboradores y líderes, pero la inversión bien vale la pena en un contexto donde los negocios cada vez se tornan más digitales y los consumidores se ven fortalecidos en sus decisiones de compra gracias a Internet.

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