De confirmarse estas evidencias, la humanidad podría estar cerca de descubrir las primeras estrellas de todo el Universo.
La Población III, el elusivo grupo de estrellas que se formaron justo después del Big Bang que dió origen al Universo, podría haber sido hallada por un grupo de científicos. Un equipo de astrónomos de las Universidades de Tokio y Notre Dame creen haber hallado indicios contundentes de la existencia de estos astros por primera vez en la historia.
Si bien la humanidad ya es capaz de observar millones de estrellas muy lejos de la órbita terrestre, las que forman parte de la Población III evadieron por mucho tiempo la observación de los astrónomos de nuestro planeta. Finalmente, estos indicios darían paso al estudio de los cuerpos celestes más misteriosos que existen en el vasto Universo.
Las primeras estrellas del cosmos
Hasta la fecha, todas las estrellas que conocemos forman parte de uno de los dos grupos denominados por los científicos según su edad. Por una parte, tenemos a la Población I, compuesta de estrellas jóvenes con un amplio porcentaje de elementos pesados en su composición. Además, está la Población II con estrellas más viejas que tienen menos elementos pesados.
Por largo tiempo, la Población III no fue más que una teoría o una especulación por parte de los astrónomos ya que nunca se tuvo una prueba concreta de su existencia, esto debido a la propia expansión del Universo. Si bien se cree que las primeras estrellas se generaron unos 100 millones de años después del Big Bang, su continuo crecimiento ha dejado a estos astros fuera del alcance de nuestros instrumentos de observación hasta ahora.
Acabando con uno de los más grandes misterios del Universo
Según el estudio del grupo de astrónomos, existe una forma de identificar a estas estrellas lejanas. Una teoría sugiere que estos cuerpos celestes cuentan con una composición casi prístina de hidrógeno y helio, es decir, no están contaminadas con elementos pesados porque estos son parte de las supernovas y en el momento en que se formaron, todavía no existían supernovas puesto que no habían estrellas antes de ellas en el Universo.
Los autores mencionan que si se logra hallar indicios de una estrella cuya composición es casi pura, quedará demostrado que esta es una de las primeras que se crearon. Este descubrimiento proviene del análisis espectrográfico de la luz que proviene de un Quasar a 13.100 millones de años luz de la Tierra, situándolo a tan solo unos 700 millones de años del inicio del Universo.
Este Quasar es la evidencia de lo que los científicos consideran que es una supernova de par inestable. Para explicarlo con otras palabras, en algún momento hubieron dos estrellas supermasivas con una masa probablemente 300 veces superior a la del Sol en este punto, estas explotaron y solo dejaron una nube de gas. El análisis sugiere que esta nube tiene una proporción raramente baja de elementos pesados, indicando que las estrellas que estallaron habrían formado parte de la Población III.
Si bien este descubrimiento aún está muy lejos de conducir a la observación directa de una estrella de la Población III, el estudio prueba que el análisis espectrográfico es una herramienta viable para poder localizar a estos elusivos cuerpos celestes en el cosmos.
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