Un grupo de científicos estadounidenses estudió el impacto del castigo físico en el desarrollo conductual de los niños.
(Agencia N+1 / Elizabeth Ivtushok). Los niños a los que castigan físicamente por portarse mal, están más predispuestos a tener problemas de conducta que los que reciben castigos menos severos. Esto fue descubierto por científicos estadounidenses que llevaron a cabo una investigación sobre los cambios en la conducta de más de 12,000 niños estadounidenses, que se ha publicado en la revista Psychological Sciences.
Los investigadores, bajo el liderazgo de Arya Ansari, estudiaron el impacto de las medidas de castigo físico en el desarrollo conductual de los niños. Para ello reunieron una muestra representativa de 12,122 niños y preguntaron a sus padres si tenían la tendencia de pegar a sus hijos cuando estos tenían cinco años. Los científicos compararon dos grupos de padres: aquellos que pegaron a sus hijos por mal comportamiento al menos una vez, y aquellos que nunca lo hicieron. Vale la pena señalar que el 92% de los padres encuestados eran mujeres, por lo que los académicos los designan como madres. Aproximadamente 9,500 madres reconocieron haber usado fuerza física con sus hijos.
Problemas de comportamiento
Luego, los investigadores recolectaron datos sobre el comportamiento de sus hijos (qué tan a menudo no obedecen y si muestran la agresión a los demás), informes de los maestros cuando tenían seis y ocho años, y correlacionaron los resultados obtenidos con los datos cuando los niños tenían cinco años de edad. En el análisis, los científicos también tomaron en cuenta otros posibles factores que influyen en el comportamiento de los niños: género (de las madres e hijos), edad de las madres, raza, educación, condición social, nivel de ingresos, problemas con el comportamiento de los niños al comienzo de la investigación, etc. Los investigadores descubrieron que los niños que recibieron castigos físicos a la edad de cinco años, a los seis años mostraron grandes problemas de comportamiento en comparación con los niños cuyas madres no les aplicaron fuerza física. La misma tendencia persiste hasta los ocho años.
Los científicos llegan a la conclusión de que este fenómeno se explica por los postulados de la teoría del aprendizaje social: los niños que ven que sus padres logran lo que quieren por la fuerza tienden a manifestar agresión hacia los demás, lo que lleva a problemas de conducta. Sin embargo, debe tenerse en cuenta que los autores no tuvieron en cuenta si las madres gritaban a los niños, esto también puede ser un factor importante que influye en el comportamiento. Los autores tampoco tuvieron en cuenta si los padres usaron castigos físicos después de la encuesta inicial.
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