Estudios centrados en otras especies han encontrado que los comportamientos negativos también aparecen en roedores, monos y visones que pasan el destete demasiado pronto y hasta humanos.
(Agencia N+1 / Beatriz de Vera) Lo ocurrido en la infancia, tanto en animales como en seres humanos, puede determinar parte del comportamiento durante la edad adulta. Un estudio publicado recientemente en Scientific Reports ha averiguado, por ejemplo, que el destete temprano influye en la aparición de comportamientos negativos en muchas especies, incluídos los gatos.
La investigadora principal del estudio, Milla Ahola, de la Universidad de Helsinki (Finlandia), ha propuesto, basándose en sus resultados, que la edad mínima de destete de los mininos se aumente hasta las 14 semanas. Mientras que la literatura científica hasta ahora había afirmado que el período crítico de socialización de los gatos finaliza en los primeros dos meses, el equipo afirma que este sencillo cambio tendría un gran efecto para combatir los problemas de comportamiento, que en estas mascotas son muy frecuentes. En Finlandia, la edad mínima recomendada de destete es de 12 semanas, pero en muchos países, como Estados Unidos, el momento se adelanta hasta las ocho semanas.
“La edad del destete tiene un importante impacto en el comportamiento adulto del gato. Los individuos que se destetan a las ocho semanas son más agresivos, pero los que pasan este momento a las 14 semanas tienen menos problemas”, afirman. Para llegar a estas conclusiones, el equipo usó una base de datos que recopila información sobre 6.000 animales. Según esta, más del 80% de los gatos experimentan problemas moderados de comportamiento y el 25 % tiene problemas severos, que van desde la timidez a la agresividad, pasando por algunos comportamientos obsesivos como asearse o lamer objetos de forma repetitiva y excesiva.
Estudios centrados en otras especies han encontrado que los comportamientos negativos también aparecen en roedores, monos y visones que pasan el destete demasiado pronto y hasta humanos. Aunque se desconoce el motivo, los investigadores sugieren que podría estar relacionado con cambios que ha observado en el funcionamiento de algunos neurotransmisores en los ganglios basales, unas estructuras cerebrales relacionadas con el movimiento.
Aparentemente, los gatos tienen memoria episódica: recuerdan eventos y lugares y los asocian con hechos y razones que pueden recordar a voluntad. Una investigación del departamento de Psicología de la Universidad de Kyoto, publicada en Behavioral Processes, da cuenta de ello. La memoria episódica es uno de los tipos de memoria a largo plazo e incluye recuerdos de eventos específicos y su contexto. Se creía que la memoria episódica era exclusivamente humana, pero en años recientes un número cada vez mayor de trabajos han probado la existencia de este tipo de memoria en los animales, como perros, chimpancés y orangutanes, ratas y probablemente incluso arrendajos.
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