El cambio climático y la acción humana causan un daño irreparable en la vida marina.
Centenares de regiones marinas sufren un proceso de agotamiento del oxígeno por la contaminación, el cambio climático y la acción humana. Según un estudio publicado en la revista Science, este problema se ha cuadriplicado en los últimos 50 años.
La investigación, dirigida por Global Ocean Oxygen Network, señala que el océano ha perdido alrededor del 2% de su oxígeno disuelto, un elemento fundamental para la supervivencia de la vida marina y el ciclo biogeoquímico natural entre los seres vivos y el ambiente.
De qué se trata
El estudio indica que el calentamiento de la superficie del océano ha hecho más difícil que el oxígeno penetre en sus profundidades, mientras que el calentamiento general dificulta mantener el oxígeno contenido en su interior.
Este fenómeno también ha llevado a un aumento de las denominadas zonas muertas, que son grandes extensiones de agua que contienen muy poco o nada de oxígeno. La mayor parte de los animales que terminan es estos lugares acaban sofocándose y mueren.
El equipo científico explica que la falta de oxígeno en los océanos puede provocar la extinción masiva de especies en el largo plazo, poniendo en riesgo la vida de millones de personas que dependen del mar para alimentarse y como fuente de trabajo.
Las causas y sus efectos
Estas zonas están principalmente cerca de regiones en las que se vierten aguas cargadas de desechos industriales y agrícolas. Estos vertidos, que muchas veces llegan al mar a través de los ríos y los escurrimientos de las lluvias, provocan el fenómeno conocido como eutrofización, que es un incremento de nutrientes en el agua, principalmente el oxígeno y fósforo, que dispara el desarrollo de algas y bacterias descomponedoras que consumen el oxígeno del agua.
El aumento de la temperatura global impulsado por la acumulación de gases de efecto invernadero, como el dióxido de carbono, es también causa de desoxigenación de los mares de todo el planeta. "Para muchos organismos marinos, los niveles más bajos de oxígeno pueden reducir la supervivencia y el crecimiento, alterar el comportamiento, perjudicar la reproducción, alterar la respuesta inmune y aumentar la enfermedad", concluye la investigación.
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