Desde su residencia en el Polo Norte hasta sus métodos de trabajo y de transporte. Conoce lo que dice la ciencia sobre la figura de Papá Noel o Santa Claus.
(Agencia N+1/Hans Huerto) Es el anciano que desde el Polo Norte parte cada Navidad a repartir regalos a todos los niños del mundo, eso lo sabemos todos. ¿Pero cuál es la verdad y la ciencia de uno de los personajes más esperados de las fiestas navideñas?
Para empezar, su cuartel general, en el Polo Norte. Este es un punto indicado por el norte magnético del planeta y se halla en una de las puntas de nuestro globo. Así, el Polo Norte está ubicado en medio del helado océano Ártico, no en tierra firme. Pero incluso si estuviéramos dispuestos a asumir que prepara sus juguetes en una vivienda sobre la capa de hielo del lugar, su trineo supone serios problemas.
Para empezar, difícilmente se trate de renos macho (como sugiere la canción de Rodolfo el reno) pues esta especie pierde su cornamenta a fines de año usualmente, a diferencia de los cornudos animales que usualmente vemos en las representaciones navideñas. Las hembras pasan todo el año sin perder su vistosa cornamenta. Ahora bien, integrado el grupo de animales que remolca al viejo, habría que evaluar a qué velocidad deberían volar junto con los renos para hacer efectivas sus entregas en todo el mundo.
Lo primero es aclarar que la Nochebuena dura hasta 24 hrs, desde que el primer punto del planeta cerca a Nueva Zelanda recibe antes que cualquier otro lugar del mundo un nuevo día. Así, persiguiendo el avance de la línea internacional del tiempo a lo largo del planeta, y a partir de las 10 p.m. (a dos horas de la Nochebuena) se puede dar la vuelta al mundo, llegar en 24 hrs al último punto que recibe un nuevo día a diario, repartiendo juguetes.
A esa hora, no se habrá perdido nada de tiempo y más bien se podrá añadir unas 8 horas en recorrido extra, mientras los niños aún duermen con la esperanza de abrir sus regalos a la mañana siguiente (6 a.m. del 25 de diciembre). Esto es, Papa Noel tendría 24+ 8 horas para repartir los regalos alrededor de todo el mundo. Son 2.200 millones de niños que esperan un regalo en todo el mundo. Si a nivel mundial hay en promedio dos (2,3) de ellos en cada vivienda, ello supone que Papa Noel deberá hacer 944 millones de paradas, una por casa.
Si repartimos las viviendas uniformemente sobre la faz de la tierra habitable (63,7 millones de kilómetros cuadrados), notaremos que en promedio las casas deberán ocupar unos 41m2 y, así, estar separadas cerca de 257m una de la otra. Tendrá entonces que cubrir más de 243 millones de kilómetros (257 m por 944 millones de paradas). Para recorrer en 32 hrs. una cuadrícula imaginaria incluyendo las paradas, donde todas las casas han sido colocadas a 251 m una de la otra, se necesita viajar a 2110 km por segundo. Ello, considerando que Papa Noel sea lo suficientemente ágil como para dejar los regalos en 0,0001 segundos en cada casa.
Ello supondría velocidades nunca antes desarrolladas por ningún vehículo humano conocido. Asimismo, una fricción en el aire que encendería en llamas a cualquier material y una aceleración 1.800.000.000 de veces superior a la gravedad de la Tierra. Todo ello, sin contar la capacidad de carga del trineo para llevar los regalos.
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