Se trata de La Molina, Surco, San Isidro, Miraflores y San Borja, cuyos municipios demoran en entregar permisos de construcción y realizan cobros diferenciados de trámites similares.
Cinco distritos de Lima son lo que más trabas ponen para la construcción de proyectos de vivienda en la capital. Se trata de las municipalidades de La Molina, Surco, San Isidro, Miraflores y San Borja, según detalló el director nacional de Urbanismo del Ministerio de Vivienda, Luis Tagle Pizarro.
Precisó que funcionarios de nivel medio de estos municipios demoran en la entrega de permisos de construcción y realizan cobros diferentes para un mismo trámite. Esto perjudicaría a los compradores pues los precios de las viviendas subirían.
“Hay un número importante de proyectos demorados, lo más crítico de la demora, no es la demora en sí, sino que esta representa un costo adicional que es transferido a quien compra la vivienda”, dijo el gerente general del Fondo Mivivienda, Gerardo Freiberg.
De otro lado, proyectó que este año esperan colocar hasta 2,550 créditos para la compra de viviendas usadas, lo que representaría el 15% del total de colocaciones estimadas para este año.
El Fondo Mivivienda espera colocar un total de 17,000 viviendas este año, monto superior a las 11,000 unidades habitacionales colocadas el 2012.
Freiberg agregó que se está evaluando desarrollar 150 proyectos inmobiliarios en terrenos de propiedad del Estado, a fin de aumentar la oferta de proyectos urbanos integrales.
Detalló que los terrenos en propiedad del Estado se encuentran en diversas regiones del país, y por ello se está trabajando en forma coordinada con gobiernos regionales y municipalidades para que esos proyectos sean viables
En otro momento, Freiberg descartó nuevamente que se pueda estar gestando una burbuja inmobiliaria en el país a raíz del alza del precio de las viviendas.
“No hay un riesgo actual de una burbuja inmobiliaria, el riesgo de que se genere una burbuja siempre existe, pero con las medidas que tiene tanto la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP como los propios bancos, que son muy conservadores, y con la gran necesidad de nueva vivienda que se presenta, ese riesgo está muy controlado”, refirió.
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