En septiembre, 263.000 perdieron su empleo en el país norteamericano, lo que pone en tela de juicio la tan anunciada recuperación económica.
El Departamento de Trabajo informó que la economía de Estados Unidos tuvo el mes pasado una pérdida de 263.000 puestos de trabajo, por encima de los 210.000 registrados en agosto, según la cifra revisada dada a conocer hoy.
La mayoría de los analistas esperaba que el desempleo aumentara una décima hasta situarse en el 9,8 por ciento, como ha sucedido, pero con una pérdida de empleo de entre 135.000 y 235.000 puestos de trabajo.
La mayor pérdida de empleo en septiembre se produjo en la construcción, con 64.000 puestos de trabajo menos, un sector que desde que empezó la recesión ha perdido 1,5 millones de empleos.
El resto de sectores más afectados han sido la manufactura con 51.000 empleos menos; las ventas al pormenor (39.000) y el sector público (53.000).
Desde que comenzó la recesión en diciembre de 2007, el número de desempleados ha aumentado en 7,6 millones, hasta los 15,1 millones de parados, y la tasa de desempleo se ha duplicado.
Si bien esta pérdida de empleo está por debajo de los casi 700.000 puestos de trabajos destruidos en enero, hacen plantearse que pese a los indicios de mejora, todavía se siguen notando los efectos de la recesión más larga desde la década de 1930.
El presidente de la Reserva Federal (Fed), Ben Bernanke, dijo el jueves que es "muy probable" que la recesión haya acabado ya en EE.UU., aunque alertó de que el repunte será lento y que el desempleo seguirá alto por cierto tiempo.
En septiembre, la cifra de parados de larga duración, aquellos que llevan 27 semanas desempleados o más, subieron en 450.000 y se situó en 5,4 millones.
La secretaria de Trabajo, Hilda Solís, indicó que el descenso en "caída libre" del empleo a principios de año fue una situación "sin precedentes" y que los planes de inversión y formación de puestos en marcha por el Gobierno lograrán la recuperación.
El Gobierno estadounidense aprobó un plan de 789.000 millones de dólares para impulsar la economía, de los que cerca 39.000 millones de dólares se destinarán a proyectos de energía y medio ambiente, donde se espera que se creen los nuevos empleos.
-EFE-
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