Posición de republicanos es cada vez más rechazada por la opinión púbica mientras que apoyo a presidente se consolida.
Las negociaciones para resolver el "abismo fiscal" continuaban el jueves, en momentos en que los republicanos reciben cada vez más cuestionamientos de la opinión pública de Estados Unidos por sus planes para evitar las fuertes alzas de impuestos y los recortes presupuestarios programados para comienzos del 2013.
Mientras, los índices de aprobación del presidente Barack Obama se elevan a los niveles vistos tras la muerte de Osama bin Laden, ante las duras conversaciones presupuestarias.
Kent Conrad, senador demócrata por Dakota del Norte, dijo el miércoles a la cadena MSNBC que Obama y el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner, se están acercando a un acuerdo.
Conrad dijo que espera que se dé a conocer un acuerdo la próxima semana, pero el congresista republicano por Texas Kevin Brady sostuvo la noche del miércoles en una entrevista con Fox Business News que no está de acuerdo con la evaluación del senador demócrata.
"Empecé bastante optimista acerca de esto (...) pero ya no me siento de esa manera", dijo Brady.
Las grandes diferencias entre la Casa Blanca y los republicanos se han mantenido y los negociadores han advertido que el tema podría prolongarse más allá de Navidad.
El principal escollo en estos momentos es el vencimiento de los recortes de impuestos. Mientras Obama quiere que se extiendan a los más ricos, Boehner busca que se amplíen para todos.
Sin embargo, un sondeo mostró un firme apoyo a la postura de Obama. Una encuesta del Wall Street Journal y la NBC dada a conocer el miércoles mostró que tres cuartas partes de los estadounidenses están de acuerdo con un alza de impuestos a los más ricos para evitar el "abismo fiscal".
En tanto, el respaldo a Obama alcanzó cerca del 54 por ciento según un sondeo del sitio en internet Real Clear Politics, por encima del máximo nivel de apoyo que ha tenido el mandatario durante su gestión, el cual se registró en mayo del 2011, tras la muerte de Bin Laden.
REUTERS
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