La volatilidad de la economía mundial tiene a los profesionales que analizan los números y dirigen inversiones como sus principales mártires.
“No hay que dejarse llevar por el estrés y porque es ahí cuando nos equivocamos; hay que intentar controlarse”, dice Cedric, un encargado de venta de acciones en Aurel BGC en la Bolsa de París.
La tarea no es fácil, pero estos días permiten que ellos logren hacer mucho dinero. Los movimientos extremadamente violentos producen variaciones que les permiten obtener ganancias en segundos. Así como perder bastante, las acciones pueden bajar 30 puntos en dos segundos.
“Podemos estar a la baja durante 5 horas y media en el mercado de Estados Unidos y quedar estables en el cierre, a las 10 de la noche. Quiere decir que a la mañana siguiente tendremos las repercusiones de la tarde en Estados Unidos en nuestras cotizaciones”, concluye Cedric.
En un panorama como este, cualquier distracción puede significar grandes pérdidas. Es seguro que los corredores de bolsa no olvidarán este agosto.