El gigante automotriz nombró once "directores de calidad", de los cuales siete no son japoneses, procedentes de las filiales del grupo en el mundo entero.
primicia forzada por la crisis de defectos técnicos que obligaron al gigante automotor japonés a retirar unos 9 millones de vehículos en todo el mundo.
Toyota nombró once "directores de calidad", de los cuales siete no son japoneses, procedentes de las filiales del grupo en el mundo entero.
Esos directores estarán reunidos en un "Comité especial para la calidad mundial" que será encabezado por el vicepresidente del grupo Shiniichi Sasaki.
"Los directores de calidad escucharán en forma directa a los clientes de sus regiones. Participarán, en nuestra sede mundial, en las decisiones de retirar vehículos del mercado y otras medidas concernientes a la seguridad", explicó el presidente de Toyota, Akio Toyoda.
Toyota debió retirar cerca de 9 millones de vehículos defectuosos en el mundo desde el pasado otoño boreal.
Las fallas afectaban el sistema de frenos y el acelerador de varios modelos.
Esta crisis ha sido desastrosa para la imagen de marca del primer constructor mundial, muy criticado por la lentitud y la confusión con las que reaccionó.
Además, los problemas confrontan a la firma a la perspectiva de demandas judiciales multimillonarias en Estados Unidos.
"Haremos todo lo posible para recuperar la confianza de nuestros clientes", afirmó Toyoda en una conferencia de prensa en Toyota City, el feudo del grupo en el centro de Japón.
Toyoda se presentó junto a los nuevos directores de calidad, entre ellos chinos, norteamericanos, un tailandés y un francés.
Esta inyección masiva de cosmopolitismo es inédita en Toyota, cuyo único extranjero nombrado hasta el día de hoy en el consejo de administración, el norteamericano Jim Press, había sido despedido en 2007 al cabo de cinco meses en el cargo.
"El hecho de que el comité cuente con extranjeros debería ayudar a la empresa a escuchar mejor las informaciones de sus clientes y empleados y a tomar decisione rápidamente", comentó el analista automotor Mamoru Kato, del instituto de investigación Tokai Tokyo.
"En Estados Unidos, se dice que el grupo reaccionó con lentitud porque las decisiones de retirar vehículos sólo podían ser tomadas por la sede en Japón", agregó.
Tras la crisis, Toyota parece tener "una buena oportunidad de convertirse en forma rápida en una verdadera empresa mundial", estimó el experto.
En otro esfuerzo para remedar su golpeada imagen de marca, Toyota anunció que iba a recurrir a expertos externos para evaluar sus acciones para mejorar la calidad de los vehículos del grupo.
El informe de esos expertos independientes será difundido en junio próximo.
Además, Toyota entreabrió por primera vez el martes a la prensa japonesa y mundial la puerta de una de sus instalaciones más secretas: su centro mundial de ensayos de calidad, en el que los vehículos que son objeto de quejas por parte de sus propietarios son examinados y sometidos a todo tipo de experiencias, como vientos violentos, calor extremo, lluvias copiosas y hasta un encierro durante horas en un congelador gigante.
AFP
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