Carlos Añaños, fundador de AJE Group, contó en RPP cómo, desde Ayacucho y en medio del terrorismo, construyó un negocio familiar que desafió a gigantes globales. Defendió la confianza, el esfuerzo y el emprendimiento como pilares para transformar al Perú desde sus raíces.
Carlos Añaños, fundador de AJE Group, se presentó en Negocios 360 por RPP y recordó los difíciles inicios de su emprendimiento en Ayacucho, en plena época de violencia terrorista y crisis económica. Junto a su familia, enfrentó un entorno hostil marcado por la inseguridad y la falta de oportunidades.
En 1991, con apenas 15 personas, fundaron AJE, compitiendo con cientos de embotelladores locales. Añaños empezó desde abajo, trabajando como chófer, cargador y etiquetador, convencido de que todo gran proyecto se construye desde el esfuerzo y la convicción.
Añaños recordó con gratitud cómo un vecino, en plena crisis, le prestó todos sus ahorros tras vender su casa, confiando en su palabra. “Tu palabra tiene que estar por encima de cualquier documento”, afirmó. Esa lección de vida marcó su enfoque empresarial: sin confianza no hay negocios sostenibles, y esta se construye con hechos, responsabilidad y coherencia. A pesar de los ataques de la competencia y momentos de desesperación, nunca se rindió. Durante una década trabajó sin sueldo, sin vacaciones y sin descanso, motivado por el propósito de crear algo propio, perdurable y significativo.
Durante la entrevista, criticó que mientras el mundo avanza con inteligencia artificial y nanotecnología, en Perú seguimos “jugando a la gallinita ciega”, atrapados en nuestras propias fragilidades. Para él, el reto está en quitarnos la venda, unirnos y apostar por una visión compartida, con empatía y con foco en el largo plazo.
Añaños también destacó el valor de los “héroes invisibles” como los agricultores y productores que hoy posicionan al Perú como líder mundial en exportación de arándanos. Llamó a invertir en estos actores del cambio, que con poco apoyo logran grandes resultados. Recalcó que 9 de cada 10 empleos en el país los genera la empresa privada, lo que refuerza su llamado a apoyar el emprendimiento como motor de desarrollo.
Finalmente, en un mensaje de esperanza, alentó a los jóvenes y emprendedores a no rendirse. Añaños cerró con una invitación a seguir soñando, luchando y seguir creyendo que esta nación tiene todo para salir adelante si se apuesta por el trabajo, la unión y la visión compartida.