El informe de la ONU estima también una desaceleración de 1,6 puntos en Estados Unidos y de 2,9 puntos para China.
La economía de la Unión Europea podría crecer un 1 % en 2025, una décima más que en 2024, pese a las tensiones comerciales entre China y Estados Unidos, que sí podrían desacelerar su crecimiento, subraya este miércoles un informe de ONU Comercio y Desarrollo (UNCTAD).
Frente a la leve aceleración del crecimiento económico de los Veintisiete, el informe de UNCTAD prevé una desaceleración de 1,8 puntos en EEUU y de 2,9 puntos para Rusia (ambos también con un crecimiento del 1 % en 2025) y de seis décimas para China (para crecer un 4,4 % en este ejercicio), señala el informe.
Éste subraya que en la zona euro el sector industrial, ya en dificultades en los últimos años debido a las presiones de la competencia global y a los elevados precios de la energía a nivel interno, podría ser especialmente vulnerable ante la imposición de aranceles y el deterioro del entorno externo.
Por otro lado, a pesar de la continua normalización de la política monetaria, "es poco probable que la demanda interna se recupere" en esa zona euro, analiza UNCTAD.
El panorama para Francia y Alemania
Dentro de Europa, el informe prevé que Alemania salga de su recesión de 2023 y 2024, años en los que su PIB cayó un 0,3 % y un 0,2 % respectivamente, para crecer un discreto 0,2 % en el actual ejercicio.
"El anuncio por parte del nuevo Gobierno en Alemania de reformas en las regulaciones fiscales que anteriormente actuaban como freno al gasto público, especialmente en infraestructuras, abre la posibilidad de una mejora en las perspectivas de crecimiento en los próximos años", señala la agencia de Naciones Unidas al respecto.
Para Francia, el informe calcula un freno del crecimiento de siete décimas (del 1,2 % de 2024 al 0,5 % en 2025), mientras que la desaceleración de Italia sería de tres décimas (del 0,7 % al 0,4 %) y la de Reino Unido de una (del 1,1 % al 1 %).
El informe se detiene en la posibilidad de que los países europeos incrementen su gasto en defensa, y subraya que los efectos macroeconómicos de esta tendencia "dependerán de si el aumento del gasto militar apoya a las industrias nacionales y genera empleo local, o si, por el contrario, se traduce en la compra de equipos y servicios no europeos".
"Históricamente, en tiempos de conflicto, las economías han experimentado una intervención significativa del Estado y un aumento de la fiscalidad progresiva sobre las rentas altas y la riqueza", analiza UNCTAD, pese a que también menciona que varios gobiernos europeos han indicado que el gasto en defensa no se financiará mediante subidas de impuestos.
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