Quique Setién se pronunció sobre el partido de vuelta ante Napoli por los octavos de final de la Champions League.
El entrenador del Barcelona, Quique Setién, reconoció este viernes que está apenado por el hecho de que el partido de vuelta de octavos de final de la Champions League ante el Napoli, programado para el primer fin de semana de agosto, se tenga que jugar a puerta cerrada sin público en las gradas.
"Es una desventaja, un partido como este, con una grada llena apoyando a su equipo, va a influir. Esto es lo que hay. Da igual que me queje, no hay solución. Es una pena que haya pasado esto, pero ahora aceptamos lo que toca y nada más", comentó en la rueda de prensa previa al partido de este sábado ante el Real Valladolid.
En el caso de que el Barza salga victorioso del partido de vuelta de la eliminatoria, en la que defenderá el 1-1 cosechado en la ida, tendrá que enfrentarse en cuartos de final al ganador del cruce entre Bayern Munich y Chelsea.
En relación a este sorteo, celebrado esta misma mañana, el técnico azulgrana recordó que lo importante es centrarse en el partido del Napoli y no mirar más allá, al menos por el momento.
"Puedes analizar, quizás, alguno de los posibles rivales, pero lo primero es centrarnos en el partido del Napoli que es vital; y cuando llegue el momento lo afrontaremos", añadió.
Setién, que reiteró que los pronósticos son "hipótesis que no conducen a nada", valoró también el parón al que tendrá que someterse el equipo al acabar la liga, y es que entre el fin de una competición y el inicio de otra pasarán 20 días.
"Nunca vamos a saber que era mejor. Quizás era mejor continuar jugando dando una semana de margen y no jugar domingo-miércoles con tres días de diferencia. Aunque unos días de descanso quizás vendrían bien también, será una pequeña lotería", concluyó el entrenador.
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