Los agentes policiales, con apoyo de sus esposas, reclamen aumentos salariales.
Decenas de policías amotinados, con el apoyo de sus esposas, ocuparon violentamente un cuartel cercano al Palacio presidencial de Bolivia y agredieron a varios oficiales que se defendieron con gases lacrimógenos, según pudo constatar Efe.
Los amotinados, varios de ellos encapuchados, derribaron la puerta de la Unidad Táctica de Operaciones Policiales (UTOP) y ocuparon sus instalaciones, y exigen al presidente Evo Morales mejores salarios para todos los agentes de bajo rango.
Una de las dirigentes de las esposas de policías, Guadalupe Cárdenas, que encabezó la ocupación del cuartel, dijo que no desalojarán el lugar hasta ser recibidas por Morales con quien quieren negociar directamente los incrementos salariales.
Los policías llegaron al cuartel de UTOP, sede de los agentes antidisturbios, en una manifestación que a su camino también cerró con candados las puertas de otra sede policial, situada en el centro de la ciudad, dejando por dentro a decenas de agentes.
Los incidentes se produjeron pasado el mediodía a media cuadra de la Plaza Murillo, donde están las sedes del Palacio de Gobierno y del Parlamento, aunque no provocaron medidas visibles adicionales de seguridad para esas instalaciones.
El presidente Morales se encuentra desde el martes en Río de Janeiro participando en la Conferencia de la ONU sobre Desarrollo Sostenible, y tiene previsto volver mañana a La Paz.
Los amotinados golpearon a varios oficiales para obligarlos a desalojar la sede de la UTOP y luego quemaron en la calle documentos que les pertenecían, incluidos diplomas profesionales.
Los dirigentes han explicado que un policía de bajo rango gana 178 dólares mensuales y un oficial con 39 años de servicio, 402 dólares, frente a un salario mínimo nacional de 144 dólares.
La tropa policial reclama que, por ejemplo, el ingreso más bajo de un agente sea de 359 dólares, lo que el Gobierno rechaza porque implicaría un gasto adicional de 14 millones de dólares.
Los protestas de los policías comenzaron el miércoles y continúan hoy en varias ciudades de Bolivia donde algunos cuarteles o comandos regionales han sido cerrados por la fuerza.
Las esposas de los agentes les apoyan con piquetes de huelga de hambre a las puertas de cuarteles en ciudades como Potosí, Oruro y Sucre, entre otras.
EFE
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