Es necesario expresar un mensaje coherente y claro del rumbo por seguir, reconocimientos alineados a la estrategia de servicio y un proceso gradual de generación de la cultura de servicio.
La motivación de los empleados es un pilar que debe sostener una adecuada estrategia, pero este es uno de los aspectos más sensibles, el que generalmente cuesta más llevar a la práctica. La especialista Mariana Pizzo plantea claves para lograr que los empleados de muchos años y resistentes al cambio puedan hacerlo.
1. Un mensaje que expresa coherencia y decisión
Como primer punto, la dirección debe estar segura de que una estrategia de servicio es lo que necesitan para diferenciarse en un mercado cada vez más competitivo.
De este modo, elaborará su propia estrategia, y la vinculará con las metas organizacionales. Es una estrategia que ayuda al éxito de la organización, no es algo que va en paralelo.
2. Recompensas alineadas con los objetivos
Todo tipo de recompensas, desde los premios en dinero hasta un reconocimiento verbal deben reforzar el mensaje que se transmite con las palabras.
Sumarse a una cultura de servicio puede resultar algo extraño al principio para los empleados, pero solo comprenderán qué significa exactamente cuando vean qué actitudes, comportamientos y resultados se recompensan.
3. Identificar a los líderes en servicio y exponerlos
La cultura de servicio se desarrolla como un proceso gradual, pero uno de los motivadores más importantes que determinan el comportamiento de las personas es la presión social.
Si estamos en un entorno en el que todos son educados, tendemos a comportarnos con educación. Si estamos en un entorno en el que cada uno busca sus intereses, nos volvemos egoístas. Repetimos los comportamientos que vemos alrededor, y que son aceptados como válidos por ese entorno social.
En resumen, es necesario expresar un mensaje coherente y claro del rumbo por seguir, reconocimientos alineados a la estrategia de servicio y un proceso gradual de generación de la cultura de servicio, con mensajes claros de aprobación hacia quienes asumen las actitudes y los comportamientos deseados.
Sobre esta base podemos organizar actividades concretas de involucramiento, de trabajo en equipo, de proyectos de mejora, pero sabiendo que trabajamos sobre cimientos firmes.
Andina
Comparte esta noticia