Un estudio en Australia ha observado que aquellas madres que tienen déficit de vitamina D podrían tener hijos con un peor desarrollo del habla.
Investigadores de la Universidad de Australia Occidental realizaron un estudio en el que quisieron averiguar cuál era la relación entre la concentración de vitamina D en la madre durante el embarazo y el desarrollo emocional, la conducta y el habla de los niños.
Se recogió una muestra de 743 mujeres a las que se midió los niveles de vitamina D en la semana 18 de embarazo. Una vez que nacieron sus hijos evaluaron las variables relacionadas con la conducta y las emociones a la edad de 2, 5, 8, 10, 14 y 17 años.
Con respecto al lenguaje, observaron el desarrollo a los 5 y a los 10 años de edad.
Resultados del estudio:
• Los investigadores concluyeron que no hay diferencias significativas entre los niveles de vitamina D al nacer y el desarrollo emocional ni diferencias entre las conductas de unos y otros niños
• Al momento de valorar el desarrollo del lenguaje, observaron que el riesgo de que una mujer con niveles bajos de vitamina D (<46 nmol/L) tuviera hijos con dificultades en el habla era significativamente mayor (el doble de dificultades) al de mujeres con niveles de vitamina D correctos (>70 nmol/L)
• Los niveles de vitamina D de las mujeres van descendiendo año a año
• Según los autores del estudio, una de las razones de hacer el estudio y de tratar de saber hasta qué punto los bajos niveles de vitamina D pueden afectar a los futuros hijos es que los niveles de vitamina D de las mujeres se sospechaban ya bajos al inicio del estudio y que han seguido bajando de manera constante en los últimos 20 años, las razones son las relacionadas con los hábitos y costumbres.
La mejor manera de hacer que la vitamina D de nuestro cuerpo aumente es que los rayos ultravioletas de la luz solar nos toquen la piel.
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