En diversas zonas de Lambayeque hay vestigios de los Huari que en su mayoría son desconocidos en la región y en los libros ni se las menciona.
En algunos lugares de la región Lambayeque en los últimos años se han realizado hallazgos arqueológicos que demostrarían que los Huari sí se asentaron durante una época por estos lares y que la mejor demostración serían las ciudadelas amuralladas que existen en la parte alta, hacia el este.
Muchos cuestionan el hecho que los Huari se hayan asentado en lares lambayecanos, pero para el arqueólogo César Soriano Ríos los vestigios arqueológicos como Jotoro en el distrito de Jayanca o del cerro de Pátapo en el distrito chiclayano del mismo nombre, demostrarían lo contrario.
Soriano Ríos señala que dichos vestigios y otras ciudadelas más demostrarían que los Huari desarrollaron un estado aristocrático que administraba todo el valle y cuya presencia militar fue imponente por la existencia de varias fortalezas amuralladas que no han sido estudiadas.
El arqueólogo puntualiza que por ejemplo en Pátapo hay evidencias de celdas así como un área que habría sido para sacrificios, pues en la parte baja del cerro se han encontrado muchas osamentas dispersas de las que habrían sido las víctimas.
En Joroto, las excavaciones de los arqueólogos han permitido encontrar ocho entierros de más de 600 años de antigüedad en la zona oeste del complejo arqueológico, ubicado a 6 kilómetros al este de la ciudad de Jayanca en la provincia de Lambayeque.
Para el presidente del Instituto Americano de Investigación y Conservación, César Maguiña Gómez, hay más ciudadelas de los Huari dispersas en las laderas de los cerros donde empieza la zona andina.
Expansión
Maguiña señala que el Imperio Huari (año 500 a 1.200 d.C.) es el resultado de un largo proceso cultural que se inició en los andes centrales y que según el arqueólogo ayacuchano Adán Castilla Rivera, llegaron a territorios de la costa norte de Piura, Lambayeque, Cajamarca y La Libertad, estableciendo centros administrativos y ceremoniales amurallados, aproximadamente por los años 700 a 800 d.C. (Siglo VIII).
La mayoría de arqueólogos o antropólogos siempre han marcado con énfasis la existencia de la civilización Mochica y Lambayeque o Sicán en esta región, pero poco o casi nada se menciona de la permanencia del imperio Huari en Lambayeque al finalizar la era Moche.
Destacados arqueólogos nacionales y extranjeros solamente hacen la referencia de la influencia o impronta Huari en Lambayeque temprano. Identifican la iconografía y su influencia como Christopher Donan (1972) y Duccio Bonavia (1974), mostrando claramente la mezcla Mochica y Wari en la pintura mural de la Huaca La Mallanga (Facho); Menzel (1977) menciona que la presencia Wari fue la llave para la instantánea estimulación y un nuevo florecimiento en la costa norte durante el dominio Huari.
El arqueólogo japonés Izumi Shimada señala una fuerte influencia de Huari y/o Pachacamac en la cerámica del antiguo Sicán, una breve reseña histórica sobre la arqueología en la región Lambayeque, Izumi Shimada, Universidad de Harvard, Presencia Histórica de Lambayeque en 1985.
A seguir investigando
Como vemos pues, hay mucho pan por rebanar. Sería bueno, y por el bien de nuestra identidad regional, que los arqueólogos e investigadores sobre el tema, ahonden más sus indagaciones para que en los próximos años y a la luz de los hallazgos, la historia de la región Lambayeque tenga que reconstruirse o completarse.
Por: Juan Cabrejos
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