El plan incluye también un "dispositivo de acompañamiento humanitario" y fue firmado por un total de 56 países y 11 organismos internacionales.
Un total de 56 países y 11 organizaciones internacionales y regionales adoptaron hoy un plan de acción frente al fenómeno de las persecuciones religiosas y étnicas en Oriente Medio, que incluye, en particular, un dispositivo de "acompañamiento humanitario".
Se trata en primer lugar de "garantizar la protección y la asistencia de las poblaciones afectadas" y prestar "una atención específica a los más vulnerables" como mujeres, niños, minusválidos o personas de edad avanzada que han sido víctimas de violencia o corren riesgo de serlo.
Según el documento presentado en París por los copresidentes de esta primera conferencia internacional sobre las víctimas de violencia étnica y religiosa en Oriente Medio, los ministros de Exteriores de Francia, Laurent Fabius, y Jordania, Naser Yudeh, también se trata de favorecer "el retorno y la reintegración" de las poblaciones desplazadas.
En el centro del objetivo de los participantes en la conferencia están los refugiados de Siria y de Irak por la acción de grupos terroristas, en especial del yihadista Estado Islámico (EI).
En declaraciones a la prensa, el ministro español del Interior, Jorge Fernández Díaz, presente en la reunión, destacó la "necesidad de que las minorías étnicas y religiosas puedan volver a sus países, con plenitud de derechos".
Las otras dos parte del plan de acción son la "lucha contra la impunidad" de los autores de crímenes contra minorías religiosas o étnicas y "la promoción de un marco político necesario para la reconciliación" y garantizar el carácter perenne de "la diversidad en la región".
"No dejaremos que desaparezca la diversidad de Oriente Medio", subrayó en conferencia de prensa Fabius, que se felicitó del "mensaje de determinación" lanzado en París, así como la coincidencia en que hay que actuar con "urgencia, porque el terrorismo no espera".
Yudeh insistió en que el conflicto contra el terrorismo en Oriente Medio "es una guerra mundial" en la que los grupos yihadistas están deformando la religión musulmana, que toman "como rehén".
En este mismo sentido, Fernández Díaz destacó que la guerra contra el EI "no es una lucha entre el islam y el resto del mundo, sino entre la civilización y la barbarie, ya que, a su juicio, los terroristas no representan a religión alguna.
El ministro jordano, que prefirió evitar el término de minorías y optar por el de "componentes" de la sociedad, también quiso dejar claro que "los cristianos en el mundo árabe constituyen una parte esencial de nuestro pasado y del futuro"
Y sobre todo, consideró que para ganar la batalla hay que dar perspectivas a los jóvenes para que no caigan en manos de los extremistas y ofrecer "soluciones políticas y pacíficas" a los conflictos que afectan a Oriente Medio.
En concreto, estimó que hace falta "una solución política en Siria", una "reconciliación" en Irak y un Estado para Palestina.
Fabius, por su parte, indicó que Francia dedicará 25 millones de euros para un programa de ayuda a los refugiados en el Líbano, el Kurdistán iraquí y Siria.
Una segunda conferencia internacional sobre las víctimas de violencia étnica y religiosa en Oriente Medio se celebrará el próximo año en España, como adelantó Fernández Díaz.
"He hecho el ofrecimiento, que ha sido muy bien acogido, para dar continuidad a estos trabajos en España y albergar esta conferencia en 2016", indicó.
EFE
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