La Policía identificó al hombre como Emrah Davutoglu, marido de la tailandesa también reclamada por la justicia y propietaria del apartamento donde se produjo la primera de las detenciones.
Un tribunal tailandés emitió una orden de arresto contra un ciudadano turco por presuntos vínculos con los dos detenidos por el atentado con bomba que el 17 de agosto mató a 20 personas en Bangkok, informaron fuentes oficiales.
El jefe de la policía tailandesa, Prawut Thavornsiri, identificó al hombre como Emrah Davutoglu, marido de la tailandesa también reclamada por la justicia y propietaria del apartamento donde el pasado sábado se produjo la primera de las detenciones.
Las autoridades publicaron el pasaporte del sospechoso junto a una fotografía tomada en un control fronterizo, aunque no especificaron la fecha de la instantánea.
Prawut apuntó que el turco podría formar "parte de una red que proporcionó alojamiento" a los autores del ataque que se cobró la vida de 20 personas y causó más de 100 heridos en un afamado templo de la capital tailandesa.
Familiares de la esposa del sospechoso turco, identificada como Wanna Suansan, declararon a medios locales que la familia abandonó el país a principios de julio desde el aeropuerto de Phuket.
Wanna, quien negó desde Turquía su implicación en el ataque, alquiló al primer detenido un apartamento en Minburi, un suburbio al este de la capital, donde la policía encontró material para fabricar explosivos durante una redada el fin de semana.
Las fuerzas de seguridad arrestaron el martes a una segunda persona cerca de la frontera con Camboya y cuyas huellas dactilares coinciden con las que había en una botella con explosivos encontrada en dicho piso de la capital.
Las autoridades no han confirmado la identidad ni la nacionalidad de los dos detenidos, aunque el subdirector de la policía, Chakthip Chaijindra, precisó este miércoles que el segundo arrestado reclamó un traductor que hable turco.
La Policía busca a otros tres varones, cuyos retratos robot fueron publicados la víspera, por presunta conexión con la matanza.
Las autoridades tailandesas vinculan el atentado a una represalia de las redes de tráfico de personas por las operaciones policiales en contra de estas mafias.
Expertos en seguridad, por su parte, han apuntado como posible móvil del atentado a una represalia por la reciente repatriación por Tailandia de 109 de musulmanes uigures a China.
La comunidad uigur, una minoría étnica de origen túrquico, denuncia desde hace décadas la represión contra su cultura y religión por parte de Pekín.
EFE
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