El Sumo Pontífice recorrió las estrechas calles del Centro Histórico y desató la euforia de los limeños, quienes le dieron la bienvenida con globos, carteles y cánticos.
El centro histórico de Lima vivió la tarde de este viernes una fiesta inédita. Un día después de haber cumplido 483 años de fundación española, la ciudad vibró con un nivel de emoción sin precedentes recordables. La razón: la presencia de un papa. Francisco, el carismático pontífice argentino, recorrió las calles del casco histórico y desencadenó la algarabía de los limeños, en una bienvenida que ha superado cualquier expectativa.
Francisco recorrió el centro luego de asistir a un acto protocolar en Palacio de Gobierno y de reunirse con el presidente Pedro Pablo Kuczynski (PPK). El papamóvil dio una vuelta a la Plaza de Armas, donde cientos de personas lo esperaban. Los fieles corrían al ritmo del vehículo papal, mientras hacían gestos de saludo al Santo Padre.
Luego de dar la vuelta a la plaza, el vehículo emprendió un recorrido de pocas cuadras por las calles del centro histórico de Lima hacia la iglesia de San Pedro, donde sostuvo un encuentro privado con miembros de la Compañía de Jesús, la congregación a la que pertenece. Antes hizo una parada en la iglesia San Francisco.
A lo largo de su recorrido por las estrechas calles del centro histórico también fue vitoreado por cientos de personas que portaban globos blancos y amarillos, además de banderines y carteles.
El papa ya había sentido la calidez de los limeños el jueves durante su recorrido rumbo a la sede de la Nunciatura Apostólica, tras haber llegado a la capital procedente de Chile, el mismo día que Lima su aniversario. (Con información de EFE)
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