La Rioja se caracteriza por un gran paisaje pero a la vez mucho polvo. Mientras los peruanos buscan llegar, el día se pasa rápido tratando de seguir en el campamento.
Chilecito abrió las puertas al Rally Dakar 2014 en medio de un agotador calor, típico de La Rioja, alberga mucho campo, montañas arcillosas y tierra alrededor de un campamento en medio de un bosque que nos ubica muy cercano al aeropuerto. Desde aquí, es grato comunicar el optimismo de los equipos peruanos en su lucha por culminar etapa tras etapa.
Las ganas continúan y lo que falta es el aire, aumenta el polvo, la sensación de calor es terrible. En el vivac, hay una piscina, pileta como le llaman los argentinos, pero pese al sol no da ganas ni de entrar. Hay mucha gente, cerca de 100 personas en una piscina chica no se ve agradable.
El camino hacia aquí fue vía aérea, pasamos controles en el aeropuerto y resulta más tranquilo que viajar en bus durante la madrugada. Aunque cabe aclarar que el asiento del bus le gana por mayoría de votos a dormir en una carpa sobre las piedras. Ayer (martes) fue la primera vez que nos tocó vivirlo, y los fuertes vientos de San Juan casi nos llevan a todos los que andamos por aquí.
La competencia sigue, las mudas de ropa durante el día también. Con dos polos por día basta. Igual el sudor y cansancio no cesa. Nuevamente la comida trae fideos y esta vez una especie de pizza. Sí, otra vez carbohidratos, que ya caen mal. Los que estamos en el campamento tenemos derecho a un desayuno, un almuerzo y una cena. Por temas de tiempo y trabajo te puedes quedar sin una de ellas.
Nos conversa Chris Rodrigo, jefe de prensa del Dakar, y nos habla de la posiblidad de volver al Perú, él quisiera que sea pronto, porque no sólo le encantan las dunas peruanas sino la deliciosa comida. Eso que ya extrañamos a casi una semana fuera de casa. Ya están a punto de llegar los competidores al vivac, mañana toca Tucumán y todos anhelamos el día de descanso... aunque sólo descansen los pilotos.
Por: Gianfranco Gonzales
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