A pesar que varios países hicieron gastos millonarios para ser sedes de los juegos olímpicos, con el paso del tiempo no han podido mantener dichas instalaciones.
Todos los países sueñan con ser la sede de los Juegos Olímpicos, ya sea por turismo, factor económico o para mostrar al mundo las bondades de las ciudades donde se desarrollarán los eventos deportivos multidisciplinarios en las que participarán atletas de diversas partes del mundo. Sin embargo, ser la sede de este evento no es tarea sencilla ya que su organización requiere mucha inversión.
Alto costo. Beijing 2008 costó 40,000 millones de dólares, aunque el dato no es oficial porque jamás fue revelado por el Gobierno chino, se construyeron diversos escenarios para recibir a los deportistas. Lo mismo ocurrió con otros países que hicieron gastos millonarios para acoger los juegos olímpicos.
Abandono. A pesar de los gastos que se realizaron para recibir a gente de todo el mundo; una vez que concluyeron los juegos deportivos, sus instalaciones nunca más volvieron a ser utilizadas y muchas de ellas están abandonadas.
Tristes ejemplos. Tras Beijing 2008, el estadio de béisbol de Wukesong, el parque olímpico de remo-piragüismo de Shunyi y el velódromo de Laoshan tienen un aspecto lamentable. Lo mismo ocurre en Atenas donde por falta de dinero no se puede mantener las instalaciones que se edificaron para el 2004.
Del brillo a la ruina. Es así que los juegos olímpicos no solo han padecido el paso del tiempo, sino el abandono y descuido. Dejando de lado toda la inversión que se realizó para edificar campos deportivos.
Comparte esta noticia