El ex pirata Adrian Lamo acusó a dos estudiantes de la institución de Boston haber admitido ser los responsables de filtrar la documentación militar a la web Wikileaks.
El antiguo pirata informático Adrian Lamo, cuyas denuncias condujeron a la detención del principal sospechoso en la publicación de documentos clasificados, el analista de inteligencia Brian Manning, ha apuntado ahora la investigación de las autoridades estadounidenses hacia la prestigiosa institución de Boston.
Lamo asegura que los dos estudiantes del MIT han admitido, en conversaciones telefónicas con él, su colaboración con Manning en la descarga de documentos, pero no ha revelado su identidad porque "al menos uno de ellos" le ha amenazado, según la CNN.
Sin embargo, reconoce que los dos son sus amigos en la red social Facebook y que también comparten datos de contacto con Manning, a quien entregaron un software encriptado, según denuncia.
Manning, de 22 años, se encuentra detenido en una prisión de Virginia y sometido a una investigación del Pentágono después de que Lamo denunciara que había presumido de descargar 260.000 documentos clasificados y habérselos enviado a Wikileaks.
El analista es el principal sospechoso en la publicación de un vídeo que muestra un ataque aéreo estadounidense en Irak en julio de 2007 y que cuestiona la versión oficial sobre cómo el Ejército de EE.UU. se cobró la vida de once iraquíes, entre los que había un fotógrafo y un conductor que trabajaban para la agencia de noticias Reuters.
El Pentágono investiga ahora si Manning también estuvo implicado en la filtración de los cerca de 91.000 documentos militares sobre la guerra de Afganistán, publicados el pasado 25 de julio en la página web de la organización Wikileaks bajo el título "Diario de la guerra afgana".
Los documentos, que abarcan desde enero de 2004 hasta 2010, denuncian la ayuda de los servicios secretos paquistaníes al movimiento talibán y revelan operaciones encubiertas y muertes de civiles de las que nunca se informó públicamente.
La publicación de estos informes resultó en una condena inmediata y tajante de la Casa Blanca, cuyo consejero de Seguridad Nacional, James Jones, indicó que ponían en peligro "las vidas de los estadounidenses y de los socios del Gobierno" de Barack Obama.
Las autoridades federales continúan buscando nuevos sospechosos en la filtración de documentos, entre ellos un grupo de amigos de Manning que estudia en el MIT y en la Universidad de Boston, según fuentes de The New York Times.
EFE
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