La costumbre indica que el mejor árbol que se puede usar para representar un árbol de Navidad es el pino. Entérate en esta nota de la historia de este clasico adorno de la Navidad en el mundo.
(Agencia N+1 / Adrián Díaz) Acabamos de pasar el solsticio de diciembre y faltan pocas horas para el día de Navidad pero muchos hogares en Latinoamérica ya tienen todo su hogar propiamente ornamentado. Entre muñecos de “Santa Claus” y luces de colores verde y rojo encontramos un elemento particular: el popular árbol de Navidad.
Pinos en Navidad
La costumbre indica que el mejor árbol que se puede usar para representar un árbol de Navidad es el pino. Pero, ¿existen pinos en Latinoamérica? Este género de planta está presente en Europa, Asia, el norte de América y en algunas zonas de Centroamérica.
En Sudamérica, por otro lado, solo encontramos bosques artificiales de pinos. Estos han sido traídos por el ser humano y modificados para que se desarrollen en un ambiente diferente. Entonces, si estos árboles no son propios de esta parte del planeta, ¿cómo ganaron tanta popularidad en los hogares sudamericanos?
El origen de la tradición
Según National Arboretum Canberra, la tradición de usar un pino en Navidad se desarrolló en la antigua Alemania moderna. En ese entonces estos árboles eran decorados con manzanas, nueces y otros alimentos. Tiempo después, las manzanas fueron reemplazadas por bolas rojas y en el siglo XVIII se les empezó a iluminar con velas.
La costumbre se extendió por toda Europa en el siglo XIX. Luego del matrimonio de la reina Victoria del Reino Unido con su primo alemán, el príncipe Alberto, la tradición se esparció a más territorios. De esta manera, las familias más ricas de clase media empezaron a seguir la moda actual y, en 1841, el árbol de Navidad se estableció en los hogares de toda Gran Bretaña, Irlanda y sus colonias.
Según BBC, es de esta manera como algunas ilustraciones del árbol y la familia real británica llegaron a territorio estadounidense. De esta manera la costumbre fue ampliándose cada vez más hacia todo el continente.
Algunos historiadores señalan que en 1864, la tradición llegó de la mano de los emperadores austriacos Maximiliano de Habsburgo y su esposa Carlota cuando llegaron a la ciudad de México para tomar posesión del recién formado Imperio Mexicano. La costumbre se perdió tras su fusilamiento pero fue retomada posteriormente.
Con la invención de la electricidad, el uso de velas en estos árboles fue reemplazado por las luces de Navidad. En la actualidad también se usan una variedad de adornos como guirnaldas, oropel, bastones de caramelo, campanas y más. Además, se acostumbra colocar en la parte superior del árbol un ángel o una estrella que representa al arcángel Gabriel o la Estrella de Belén de la religión católica.
Aunque no te guste celebrar la navidad, al menos puedes celebrar el cambio de estación: de verano a invierno o viceversa dependiendo en qué hemisferio te encuentres. Si quieres leer un poco más al respecto, en N+1 hace poco explicamos el motivo de la celebración de Navidad y qué celebran otras culturas del mundo.
Esta noticia ha sido publicada originalmente en N+1, ciencia que suma.
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