Por primera vez en sus 26 años, "El Mejunje" logró que se cerrara una de las principales avenidas de Santa Clara para colocar un escenario presidido por una bandera cubana y otra del movimiento gay.
El elenco de lujo de "El Mejunje", la meca del transformismo en Cuba, sacó por primera vez su espectáculo a la calle ante cientos de personas que se reunieron hasta la madrugada de hoy para celebrar el Día Mundial contra la Homofobia en la ciudad central de Santa Clara.
Por primera vez en sus 26 años, "El Mejunje" logró que se cerrara una de las principales avenidas de la ciudad para colocar un escenario presidido por una bandera cubana y otra multicolor del movimiento gay, y unir a transformistas, músicos y bailarines por la diversidad sexual en la isla.
Sobre la plataforma, las veteranas Roxy Rojo y Mimi, y otra decena de estrellas jóvenes, como Omega, Brenda, Shalimar y Zulema, cantaron ante un público que incluyó autoridades, activistas y vecinos, muchos de ellos encaramados en balcones, azoteas y aleros para ver mejor el espectáculo.
""El Mejunje" por primera vez toma la calle", anunció Roxy Rojo apuntando hacia la improvisada platea en medio de la calle, donde se encontraba la promotora de la celebración, la directora del Centro Nacional de Educación Sexual (Cenesex), Mariela Castro.
La sexóloga de 47 años, abanderada por los derechos de las minorías sexuales en la isla e hija del presidente cubano, Raúl Castro, inauguró la velada desde el escenario con un llamamiento para "cambiar todo aquello" que todavía no se ha "sabido cambiar".
Como directora del Cenesex, Castro ha liderado en los últimos años una insistente campaña para sensibilizar en los planos político y de la opinión pública sobre el respeto a la diversidad sexual y, desde 2007, promovió la celebración en la isla por el Día Mundial contra la Homofobia.
Esa institución estatal logró impulsar las operaciones de cambio de sexo, aprobadas por resolución ministerial en 2008, y ha llevado al Parlamento un proyecto de ley que modificaría el Código de Familia, con aspectos como la unión legal entre parejas homosexuales.
"Libertad, emancipación del ser humano, para eso es que se hace el socialismo, para la emancipación del ser humano", resaltó Castro.
La política homofóbica fue una de las puntas de lanza del llamado "quinquenio gris" en Cuba, como se conoce al periodo de "caza de brujas" de la década del 70 contra intelectuales y artistas acusados de homosexualidad, falta de compromiso con la revolución o "desviacionismo ideológico".
El desfile de homosexuales abrazados a la bandera del arco iris por una céntrica avenida de La Habana la semana pasada, o el show de "El Mejunje" en plena calle hubieran sido impensables hace una década, pero los transformistas insisten en que la situación es "inestable".
Desde uno de los balcones de "El Mejunje", situado entre las ruinas de un antiguo hotel en Santa Clara, un chico llamado Lázaro, cuyo nombre artístico es Zulema, canta una versión del "No llores por mí, Argentina", del musical "Evita".
Horas antes, mientras su madre lo ayudaba a maquillarse y ajustar su barroca peluca, Lázaro relató a Efe su esperanza de que el espectáculo de cierre de la jornada contra la homofobia ayudara a "cambiar las cosas".
Su colega de escena, Omega, dice estar a la espera de un proceso de apelación por problemas con la policía y se queja del asedio que aún sufren los travestis.
Según dijo a Efe Mariela Castro, el Cenesex está tratando de extender sus seminarios de formación a universidades y juristas, así como a los policías y sus profesores.
El trabajo se extiende al gobernante Partido Comunista, pues Castro afirma que en sus filas el problema de la discriminación a los homosexuales "no está dicho" o "declarado", pero "indirectamente está" y debe ser "superado".
Por su parte, Shalimar, un diseñador de vestuario de 22 años que imita a Shakira, aseguró a Efe que la homofobia en Cuba se sufre especialmente en la escuela y en las "trabas" que cada cual tiene en su vida.
"Soy homosexual desde que nací. Pero mis padres no saben que soy transformista. Mi sueño es que me vean", confesó.
Después de haber vivido "grandes shows" en sus tres años dentro del transformismo, aseguró que su actuación en la calle del día 17 de mayo era su "aporte" contra la homofobia en Cuba. EFE
Por primera vez en sus 26 años, "El Mejunje" logró que se cerrara una de las principales avenidas de la ciudad para colocar un escenario presidido por una bandera cubana y otra multicolor del movimiento gay, y unir a transformistas, músicos y bailarines por la diversidad sexual en la isla.
Sobre la plataforma, las veteranas Roxy Rojo y Mimi, y otra decena de estrellas jóvenes, como Omega, Brenda, Shalimar y Zulema, cantaron ante un público que incluyó autoridades, activistas y vecinos, muchos de ellos encaramados en balcones, azoteas y aleros para ver mejor el espectáculo.
""El Mejunje" por primera vez toma la calle", anunció Roxy Rojo apuntando hacia la improvisada platea en medio de la calle, donde se encontraba la promotora de la celebración, la directora del Centro Nacional de Educación Sexual (Cenesex), Mariela Castro.
La sexóloga de 47 años, abanderada por los derechos de las minorías sexuales en la isla e hija del presidente cubano, Raúl Castro, inauguró la velada desde el escenario con un llamamiento para "cambiar todo aquello" que todavía no se ha "sabido cambiar".
Como directora del Cenesex, Castro ha liderado en los últimos años una insistente campaña para sensibilizar en los planos político y de la opinión pública sobre el respeto a la diversidad sexual y, desde 2007, promovió la celebración en la isla por el Día Mundial contra la Homofobia.
Esa institución estatal logró impulsar las operaciones de cambio de sexo, aprobadas por resolución ministerial en 2008, y ha llevado al Parlamento un proyecto de ley que modificaría el Código de Familia, con aspectos como la unión legal entre parejas homosexuales.
"Libertad, emancipación del ser humano, para eso es que se hace el socialismo, para la emancipación del ser humano", resaltó Castro.
La política homofóbica fue una de las puntas de lanza del llamado "quinquenio gris" en Cuba, como se conoce al periodo de "caza de brujas" de la década del 70 contra intelectuales y artistas acusados de homosexualidad, falta de compromiso con la revolución o "desviacionismo ideológico".
El desfile de homosexuales abrazados a la bandera del arco iris por una céntrica avenida de La Habana la semana pasada, o el show de "El Mejunje" en plena calle hubieran sido impensables hace una década, pero los transformistas insisten en que la situación es "inestable".
Desde uno de los balcones de "El Mejunje", situado entre las ruinas de un antiguo hotel en Santa Clara, un chico llamado Lázaro, cuyo nombre artístico es Zulema, canta una versión del "No llores por mí, Argentina", del musical "Evita".
Horas antes, mientras su madre lo ayudaba a maquillarse y ajustar su barroca peluca, Lázaro relató a Efe su esperanza de que el espectáculo de cierre de la jornada contra la homofobia ayudara a "cambiar las cosas".
Su colega de escena, Omega, dice estar a la espera de un proceso de apelación por problemas con la policía y se queja del asedio que aún sufren los travestis.
Según dijo a Efe Mariela Castro, el Cenesex está tratando de extender sus seminarios de formación a universidades y juristas, así como a los policías y sus profesores.
El trabajo se extiende al gobernante Partido Comunista, pues Castro afirma que en sus filas el problema de la discriminación a los homosexuales "no está dicho" o "declarado", pero "indirectamente está" y debe ser "superado".
Por su parte, Shalimar, un diseñador de vestuario de 22 años que imita a Shakira, aseguró a Efe que la homofobia en Cuba se sufre especialmente en la escuela y en las "trabas" que cada cual tiene en su vida.
"Soy homosexual desde que nací. Pero mis padres no saben que soy transformista. Mi sueño es que me vean", confesó.
Después de haber vivido "grandes shows" en sus tres años dentro del transformismo, aseguró que su actuación en la calle del día 17 de mayo era su "aporte" contra la homofobia en Cuba. EFE
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