La visita fue inesperada. El papa llegó al negocio y los fieles se tomaron fotos con él.
El papa Francisco ha dejado los claustros del Vaticano para ir a una tienda a comprar zapatos. El pequeño negocio, que vende también implementos ortopédicos, recibió sorpresivamente la visita del sumo pontífice que se llevó un par para aliviar el dolor causado por una neuralgia crónica en el nervio ciático que padece.
Los clientes y dueños del local filmaron la visita y subieron los vídeos a las redes sociales. Francisco I se animó a bendecir el crucifijo de un trabajador de la tienda. También se tomó fotos con los clientes. El negocio está ubicado a unas cinco cuadras de la plaza de San Pedro. Junto a una persona, abordó un automóvil e ingresó. En todo momento fue amable y estuvo sonriente.
Humildad papal. No es la primera vez que el papa argentino suscita sensación al dejar su modesto apartamento en la residencia Santa Marta dentro del Vaticano para hacer compras personales.
El 3 de septiembre de 2015, sin sus guardias de seguridad y acompañado solo por su chofer, Francisco sorprendió a decenas de romanos y turistas que lo vieron ingresar a una óptica de Via del Babuino en el centro de la capital italiana para renovar sus lentes y, por supuesto, pagarlos él mismo. El pontífice argentino, que añora su vida simple en Buenos Aires, confesó en una entrevista que lo que más le hacía falta desde que era jefe de la Iglesia católica era "callejear", salir a comer una pizza como cualquier anónimo ciudadano. (Con información de AFP)
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