Medida se debe a la presunta agitación civil efectuada por el canal P-TV. Seguridad tailandesa establece controles en Bangkok para impedir la llegada de otros manifestantes.
La emisora estaba emitiendo en directo las protestas cuando la pantalla se quedó en blanco, informaron los medios locales.
No se hizo esperar la reacción de los "camisas rojas", uno de cuyos líderes calificó la clausura del canal como "medida injusta y dictatorial".
El primer ministro, Abhisit Vejjajiva, "cree que cortar la señal de P-TV impedirá que sigamos concentrándonos. Pedimos al Ejecutivo que restablezca hoy las emisiones, de lo contrario el pueblo luchará por sus derechos", señaló Nattawut Saikuar, uno de los líderes de las protestas.
Las fuerzas de seguridad tailandesas establecieron esta mañana controles a las afueras de Bangkok para impedir que lleguen a la ciudad más "camisas rojas" leales al depuesto ex gobernante Thaksin Shinawatra.
El jefe del Ejecutivo se ha refugiado en un cuartel militar a las afueras de la capital y varios de sus ministros fueron evacuados en helicóptero, aunque en las próximas horas tienen previsto viajar a Vietnam para asistir a la cumbre de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático.
La medida de emergencia permite al Ejército asumir el control de la seguridad, prohibir asambleas callejeras y declarar el toque de queda.
Pese a que disponen de órdenes judiciales para desalojar a los manifestantes, las fuerzas de seguridad por el momento no quieren hacerlo por la fuerza y se limitan a vigilar a los activistas en el centro de Bangkok, donde varios centros comerciales de lujo llevan seis días cerrados.
Los "camisas rojas", que han anunciado una nueva manifestación multitudinaria para mañana, acampan delante de los escaparates y han obligado a cortar el tráfico rodado en la zona, aunque funciona el tren elevado.
Por el momento, las manifestaciones, que arrancaron el pasado 12 de marzo, han transcurrido sin incidentes violentos, pero más de veinte personas han sido heridas de escasa gravedad en decenas de ataques con granadas y otros artefactos lanzados contra sedes del gobernante Partido Demócrata, bancos y cadenas de televisión.
EFE
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