El 17 de marzo de 1988 Sadam Husein ordenó atacar con armas químicas la localidad kurda de Halabja, donde murieron más de 5.000 personas.
Tras 21 años de desasosiego y búsqueda, una pareja kurda ha hallado en un cementerio de Teherán los restos mortales de su hija, desaparecida cuando tenía tres años y era tratada de las heridas que le había producido el ataque químico del Ejército iraquí contra la localidad kurda de Halabya.
Según la televisión estatal iraní, Abdul Qader Hasan, su esposa y su pequeña hija Narmin fueron traslados a Teherán al inicio de la primavera de 1988, escasos días después de que Sadam Husein ordenara atacar con gas esta localidad iraquí cercana a la frontera.
Hasan y su esposa, a la que la fuente no identifica, ingresaron en el hospital Firouzabadi de Teherán, mientras que la niña fue enviada a una institución médica infantil.
Una vez recuperados, ambos debieron abandonar la capital iraní y regresar a su casa sin que se les diera la oportunidad de conocer cual había sido el destino final de Narmín, explica la fuente.
"A petición del padre, la Policía iraní puso en marcha una investigación que ha concluido que la niña murió el 21 de marzo de 1988 debido a las heridas sufridas y fue enterrada en el cementerio de los mártires (Behesht-e Zahra)", el mayor de Irán, agrega.
El 17 de marzo de 1988, poco antes de que concluyera la guerra entre Irán e Irak (1980-1988), Sadam Husein ordenó atacar con armas químicas la localidad kurda de Halabja, donde murieron más de 5.000 personas.
Miles más resultaron heridas y muchas más perecieron durante los años siguientes a consecuencia de la inhalación de los diversos gases venenosos.
Las primeras imágenes de la matanza fueron tomadas por reporteros iraníes, en especial el fotógrafo Kaveh Golestán, que informó del crimen al mundo.
En un primer momento, los responsables iraquíes acusaron a Irán del ataque. EFE
Según la televisión estatal iraní, Abdul Qader Hasan, su esposa y su pequeña hija Narmin fueron traslados a Teherán al inicio de la primavera de 1988, escasos días después de que Sadam Husein ordenara atacar con gas esta localidad iraquí cercana a la frontera.
Hasan y su esposa, a la que la fuente no identifica, ingresaron en el hospital Firouzabadi de Teherán, mientras que la niña fue enviada a una institución médica infantil.
Una vez recuperados, ambos debieron abandonar la capital iraní y regresar a su casa sin que se les diera la oportunidad de conocer cual había sido el destino final de Narmín, explica la fuente.
"A petición del padre, la Policía iraní puso en marcha una investigación que ha concluido que la niña murió el 21 de marzo de 1988 debido a las heridas sufridas y fue enterrada en el cementerio de los mártires (Behesht-e Zahra)", el mayor de Irán, agrega.
El 17 de marzo de 1988, poco antes de que concluyera la guerra entre Irán e Irak (1980-1988), Sadam Husein ordenó atacar con armas químicas la localidad kurda de Halabja, donde murieron más de 5.000 personas.
Miles más resultaron heridas y muchas más perecieron durante los años siguientes a consecuencia de la inhalación de los diversos gases venenosos.
Las primeras imágenes de la matanza fueron tomadas por reporteros iraníes, en especial el fotógrafo Kaveh Golestán, que informó del crimen al mundo.
En un primer momento, los responsables iraquíes acusaron a Irán del ataque. EFE
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