Hondureños reconocen que están solos frente a la comunidad internacional, pero esperan que salir adelante como lo hicieron en el pasado.
Honduras se prepara para el aislamiento mientras su nuevo presidente, Roberto Micheletti, se encomienda a Dios para que la comunidad internacional le dé un voto de confianza una semana después de que se abriera una profunda crisis política que desembocó en el derrocamiento de Manuel Zelaya.
Micheletti subrayó hoy que Honduras es un país soberano, volvió a defender la legalidad de la situación política y acusó al gobernante venezolano, Hugo Chávez, de injerencia después de que la OEA le diera a su Gobierno un plazo de 72 horas para restituir a Zelaya en el poder.
El mandatario interino confió "en Dios" en que no se asilarán del mundo, aunque dijo que tienen "la fortaleza" para enfrentar la situación, al tiempo que continúan las manifestaciones de seguidores y detractores de Zelaya en Tegucigalpa y otras ciudades.
"Estamos solos" ante el mundo, admitió hoy a Efe el estatal Comisionado de los Derechos Humanos, Ramón Custodio.
En declaraciones a la prensa, funcionarios, empresarios y políticos señalaron que los hondureños deben prepararse para el aislamiento y pidieron a la comunidad internacional que envíe delegados para conocer los hechos.
En medio de las represalias diplomáticas y económicas por lo que la comunidad internacional califica como un golpe de Estado, las pocas expresiones de apoyo a Honduras proceden de gremios empresariales centroamericanos, que rechazaron el cierre temporal de fronteras impuesto por Nicaragua, El Salvador y Guatemala.
Los hondureños están "solos, igual que en la guerra de 1969" contra El Salvador por conflictos fronterizos, afirmó Custodio, quien recordó que en esa ocasión salieron adelante y lo mismo pasará ahora.
La situación será difícil, pero es una oportunidad para "salir adelante por nuestro propio esfuerzo", dijo a Radio América la nueva ministra de Finanzas, Gabriela Núñez, quien reconoció que deberán ajustarse a las nuevas circunstancias.
"Vamos a resistir siete meses si es posible", manifestó el alcalde de Choluteca (sur), Quintín Soriano, del gobernante Partido Liberal, durante una masiva marcha contra Zelaya, al aludir al periodo que debe gobernar Micheletti hasta que asuma el nuevo jefe de Estado que será elegido en las urnas en noviembre próximo.
Sin embargo, para el presidente de la Cámara de Comercio e Industrias de Choluteca, Mario Argeñal, "esto es el inicio de la verdadera crisis".
Un dirigente de la Asociación de Maquiladores de Honduras, Jesús Canahuati, pidió al nuevo Gobierno enviar "un mensaje muy rápido para aclarar la situación" y pasar "de ser un país villano a un país ejemplo que se enfrentó al mal".
Los hondureños deben "aglutinarse sin diferencias" ante la crisis, dijo el ex candidato presidencial del Partido Innovación y Unidad-Socialdemócrata Olban Valladares.
Por su parte, el jefe de diputados del Partido Nacional, principal fuerza de oposición, Rodolfo Irías, lamentó que los países y organismos que están aislando a Honduras "escuchen solamente a una parte (Zelaya), sin venir aquí", y subrayó que "sigue vigente la Constitución".
Honduras es el segundo país más pobre de América, después de Haití, y alrededor del 80 por ciento de sus más de siete millones de habitantes vive en la pobreza, lo cual lo hace muy dependiente de la ayuda internacional.
La condena al derrocamiento de Zelaya va desde los vecinos de Honduras hasta países tan lejanos como Rusia y China, las Naciones Unidas, la Organización de Estados Americanos (OEA) y organismos financieros multilaterales.
El nuevo Gobierno sostiene que Zelaya fue depuesto mediante una "sustitución constitucional", y no un golpe de Estado, porque violó la Carta Magna y las leyes al intentar realizar una consulta con miras a instalar una Asamblea Constituyente que, según sus detractores, iba a prolongar su Gobierno.
Micheletti, hasta el domingo jefe del Parlamento, fue elegido ese día como sustituto de Zelaya, en aplicación de una disposición constitucional, para cumplir los siete meses que restan del mandato de cuatro años del depuesto gobernante hasta el 27 de enero de 2010.
El nuevo mandatario reiteró que si Zelaya regresa al país, como ha anunciado, será detenido porque tiene órdenes de captura por delitos cometidos en relación con la consulta, declarada ilegal por la justicia ordinaria y electoral con el argumento de que el Ejecutivo no tiene facultades para realizar ese tipo de procesos. EFE
Micheletti subrayó hoy que Honduras es un país soberano, volvió a defender la legalidad de la situación política y acusó al gobernante venezolano, Hugo Chávez, de injerencia después de que la OEA le diera a su Gobierno un plazo de 72 horas para restituir a Zelaya en el poder.
El mandatario interino confió "en Dios" en que no se asilarán del mundo, aunque dijo que tienen "la fortaleza" para enfrentar la situación, al tiempo que continúan las manifestaciones de seguidores y detractores de Zelaya en Tegucigalpa y otras ciudades.
"Estamos solos" ante el mundo, admitió hoy a Efe el estatal Comisionado de los Derechos Humanos, Ramón Custodio.
En declaraciones a la prensa, funcionarios, empresarios y políticos señalaron que los hondureños deben prepararse para el aislamiento y pidieron a la comunidad internacional que envíe delegados para conocer los hechos.
En medio de las represalias diplomáticas y económicas por lo que la comunidad internacional califica como un golpe de Estado, las pocas expresiones de apoyo a Honduras proceden de gremios empresariales centroamericanos, que rechazaron el cierre temporal de fronteras impuesto por Nicaragua, El Salvador y Guatemala.
Los hondureños están "solos, igual que en la guerra de 1969" contra El Salvador por conflictos fronterizos, afirmó Custodio, quien recordó que en esa ocasión salieron adelante y lo mismo pasará ahora.
La situación será difícil, pero es una oportunidad para "salir adelante por nuestro propio esfuerzo", dijo a Radio América la nueva ministra de Finanzas, Gabriela Núñez, quien reconoció que deberán ajustarse a las nuevas circunstancias.
"Vamos a resistir siete meses si es posible", manifestó el alcalde de Choluteca (sur), Quintín Soriano, del gobernante Partido Liberal, durante una masiva marcha contra Zelaya, al aludir al periodo que debe gobernar Micheletti hasta que asuma el nuevo jefe de Estado que será elegido en las urnas en noviembre próximo.
Sin embargo, para el presidente de la Cámara de Comercio e Industrias de Choluteca, Mario Argeñal, "esto es el inicio de la verdadera crisis".
Un dirigente de la Asociación de Maquiladores de Honduras, Jesús Canahuati, pidió al nuevo Gobierno enviar "un mensaje muy rápido para aclarar la situación" y pasar "de ser un país villano a un país ejemplo que se enfrentó al mal".
Los hondureños deben "aglutinarse sin diferencias" ante la crisis, dijo el ex candidato presidencial del Partido Innovación y Unidad-Socialdemócrata Olban Valladares.
Por su parte, el jefe de diputados del Partido Nacional, principal fuerza de oposición, Rodolfo Irías, lamentó que los países y organismos que están aislando a Honduras "escuchen solamente a una parte (Zelaya), sin venir aquí", y subrayó que "sigue vigente la Constitución".
Honduras es el segundo país más pobre de América, después de Haití, y alrededor del 80 por ciento de sus más de siete millones de habitantes vive en la pobreza, lo cual lo hace muy dependiente de la ayuda internacional.
La condena al derrocamiento de Zelaya va desde los vecinos de Honduras hasta países tan lejanos como Rusia y China, las Naciones Unidas, la Organización de Estados Americanos (OEA) y organismos financieros multilaterales.
El nuevo Gobierno sostiene que Zelaya fue depuesto mediante una "sustitución constitucional", y no un golpe de Estado, porque violó la Carta Magna y las leyes al intentar realizar una consulta con miras a instalar una Asamblea Constituyente que, según sus detractores, iba a prolongar su Gobierno.
Micheletti, hasta el domingo jefe del Parlamento, fue elegido ese día como sustituto de Zelaya, en aplicación de una disposición constitucional, para cumplir los siete meses que restan del mandato de cuatro años del depuesto gobernante hasta el 27 de enero de 2010.
El nuevo mandatario reiteró que si Zelaya regresa al país, como ha anunciado, será detenido porque tiene órdenes de captura por delitos cometidos en relación con la consulta, declarada ilegal por la justicia ordinaria y electoral con el argumento de que el Ejecutivo no tiene facultades para realizar ese tipo de procesos. EFE
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