Rusia e Irán firmaron en 2007 un contrato de suministro de cinco S-300 por unos 800 millones de dólares, pero ha quedada congelada la operación.
Irán ha iniciado el proceso legal para exigir a Rusia una compensación por no haber entregado las baterías antimisiles S-300 comprometidas en 2005, reveló hoy el ministro iraní de Defensa, Ahmad Vahidi.
En declaraciones difundidas por las agencias de noticias locales Fars y Mehr, el militar desveló, asimismo, que su país comenzará "en breve" la construcción de un nuevo escudo defensivo con misiles de fabricación nacional Mersad, más potentes y de mayor alcance.
"Ya hemos tomado acciones legales para conseguir una compensación de Rusia. Además, pronto desarrollaremos un sistema nacional tipo S-300", afirmó, aunque sin determinar cuál es el procedimiento emprendido ni ante qué estamento u organización.
El presidente ruso, Dmitri Medvédev, prohibió el pasado 22 de septiembre por decreto el suministro a Irán de armamento pesado, en cumplimiento de la resolución 1929 del Consejo de Seguridad de la ONU.
Teherán ha criticado con dureza la decisión de Moscú, al asegurar que el citado sistema no está incluido en esa resolución.
Rusia e Irán firmaron en 2007 un contrato de suministro de cinco S-300 por unos 800 millones de dólares, pero el Kremlin congeló la operación por motivos políticos, en medio de la nueva etapa de relaciones con EEUU.
Los S-300 son considerados mucho más potentes que los sistemas antiaéreos Tor M-1, que tanto Venezuela como Irán compraron hace unos años.
El régimen de Teherán negó la semana pasada que trate de adquirir este sistema, que podría ser clave en la defensa de sus controvertidas instalaciones nucleares, a través de terceros países aliados, como Venezuela y China.
Al hilo de este argumento, Vahidi insistió en que el objetivo es desarrollar los misiles caseros Mersad, para dotarlos de una mayor capacidad de vuelo y de impacto.
"Estarán equipados con un radar más sofisticado, una lanzadera mejorada y estarán dotados de un sistema electrónico de guía y adquisición del objetivo. Se podrán vincular a otras baterías de antiaéreos y podrán combatir la guerra electrónica", agregó.
Irán esta sometido a un embargo armamentístico desde que librara una guerra fronteriza con Irak (1980-1988), pero aun así desde 1992 mantiene en marcha un programa propio de desarrollo bélico. EFE
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