Omar Khadr fue capturado en el 2002, cuando tenía 15 años, por las tropas de EEUU en Afganistán, acusado de matar durante un combate a un soldado estadounidense.
La representante especial del secretario general de la ONU para los Niños en los Conflictos Armados, Radhika Coomaraswamy, dijo al tribunal militar que juzga en Guantánamo al canadiense Omar Khadr que no debería ser juzgado sino enviado a Canadá para su rehabilitación.
En 2002, cuando tenía 15 años, Khadr fue capturado por las tropas estadounidenses en Afganistán, gravemente herido y acusado de matar durante un combate a un soldado estadounidense. Desde entonces, ha permanecido en Guantánamo sin que las autoridades canadienses hayan solicitado su repatriación.
Khadr está siendo juzgado en la base estadounidense por lanzar una granada que mató al sargento de las fuerzas especiales Christopher Speer.
Los abogados del joven y la fiscalía militar han llegado a un acuerdo por el que Khadr será sentenciado a un máximo de ocho años en prisión. Tras pasar un año en las prisiones estadounidenses, Khadr podrá ser enviado a Canadá para terminar la condena en su país de origen.
Pero el jurado militar que tendrá que condenar a Khadr no conoce este acuerdo.
Según dijeron hoy medios de comunicación canadienses, Coomaraswamy envió ayer una carta al tribunal en Guantánamo en la que señala que Khadr representa "la clásica historia del niño soldado: reclutado por grupos sin escrúpulos que realizan acciones al deseo de adultos para luchar batallas que casi ni entienden".
La representante de la ONU añadió que urge "a los miembros de la comisión militar para que consideren la práctica internacional, práctica apoyada por el Gobierno de Estados Unidos, de que Omar Khadr no debería sufrir más encarcelamiento y que se disponga que inicie un programa controlado de rehabilitación en Canadá".
El Gobierno del primer ministro conservador canadiense, Stephen Harper, ha sido duramente criticado por organizaciones de derechos humanos y partidos de la oposición por no cumplir las normativas internacionales sobre niños soldados y no solicitar que Khadr sea devuelto a Canadá.
Ayer, el ministro de Asuntos Exteriores de Canadá, Lawrence Cannon, se limitó a señalar en el Parlamento que Khadr está acusado de un grave crimen en los Estados Unidos y que hoy el jurado en Guantánamo escuchará la declaración de la esposa del sargento Speer.
Khadr es el único occidental que queda entre los 176 prisioneros de Guantánamo tras la repatriación a sus distintos países de origen de otros presos que estuvieron retenidos en la base militar.
Khadr también es la única persona desde la Segunda Guerra Mundial que ha sido acusada de crímenes de guerra cometidos cuando era un menor.
La familia de Khadr ha estado íntimamente ligada con movimiento extremistas y Al Qaeda.
Su padre, Ahmed Said Khadr, canadiense de origen paquistaní y que murió en 2003 en Pakistán durante un enfrentamiento con las fuerzas de seguridad del país, era una persona cercana a Osama bin Laden.
El hijo mayor de Ahmed Said Khadr, Abdullah Khadr, está actualmente preso en Estados Unidos, acusado de pertenecer a Al Qaeda y conspirar para matar soldados estadounidenses en Afganistán.
Y el segundo hijo, Abdul Rahman Khadr, fue detenido en el 2001 en Afganistán, trasladado a Guantánamo y liberado en 2003.
EFE
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