Presidentes y líderes mundiales advirtieron sanciones contra Irán y exigieron de modo tajante inspecciones internacionales "exhaustivas" en ese país.
En una comparecencia ante los medios antes del inicio de la cumbre del G20 en Pittsburgh (EE.UU.), los tres líderes aseguraron, en un lenguaje inusualmente duro, que Irán debe cooperar con las inspecciones "por completo y de manera sustancial".
El presidente estadounidense, Barack Obama, advirtió que la planta nuclear iraní "profundiza la creciente preocupación de que Irán rehúsa respetar sus responsabilidades internacionales".
Recordó que "no es la primera vez que Irán ha ocultado información sobre su programa nuclear", en alusión a la otra instalación de enriquecimiento de uranio, en Natanz, que se dio a conocer en 2002.
Por su parte, el mandatario francés, Nicolas Sarkozy, advirtió que "si para diciembre no hay un cambio profundo por parte de los líderes iraníes, habrá que adoptar sanciones".
"No podemos dejar que ese país gane tiempo", sostuvo Sarkozy, después de confirmarse la existencia de esta nueva planta de enriquecimiento de uranio por parte de Teherán en una carta enviada al OIEA.
En un sentido similar se manifestó el primer ministro británico Gordon Brown, quien sostuvo que "la comunidad internacional no tiene más remedio que decir que 'hasta aquí hemos llegado'".
La nueva instalación nuclear está en las cercanías de la ciudad de Quom, a unos 160 kilómetros al suroeste de Teherán, camuflada en el interior de una montaña, según funcionarios estadounidenses que hablaron bajo la condición del anonimato.
La planta, a la que aún le faltan "unos cuantos meses" para poder entrar en funcionamiento, cuenta con cerca de 3.000 centrifugadoras, una cantidad insuficiente para enriquecer uranio con fines civiles, pero sí bastante para fabricar una o dos bombas atómicas al año, según estas fuentes.
En declaraciones en Nueva York, el presidente de Irán, Mahmud Ahmadineyad, insistió en que su país cumple las reglas del OIEA y esa agencia puede inspeccionar sus plantas nucleares.
"No tenemos ningún problema con que haya inspecciones de las instalaciones. No tenemos miedo", aseguró.
Representantes iraníes tienen previsto reunirse el próximo 1 de octubre en Ginebra con el G6 (EE.UU., China, Rusia, Reino Unido, Francia y Alemania) para abordar su programa nuclear, en un encuentro que ha cobrado una importancia vital.
Según Obama, en esa cita Irán deberá ofrecer una cooperación "total y exhaustiva" con el Organismo Internacional para la Energía Atómica (OIEA) y "tomar medidas concretas que creen confianza y transparencia en su programa nuclear".
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