Los países de Centroamérica anunciaron el retiro de sus embajadores, así como la suspensión de desembolsos económicos para Honduras.
Los jefes de Estado y de Gobierno del Sistema de Integración Centroamericana (SICA) acordaron hoy en Managua el aislamiento "Gobierno de facto" de Tegucigalpa, como medidas para restablecer el orden democrático en Honduras.
Entre las medidas figura la retirada de embajadores y la suspensión de todo contacto, informó el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, en el marco de la XXXIV reunión del SICA, organismo integrado por los países de Centroamérica, Panamá, Belice y la República Dominicana.
Acordaron también llamar en consulta a sus embajadores acreditados ante el Gobierno de Honduras, algo que ya han empezado a hacer algunas administraciones, como la salvadoreña.
Instruyeron a sus directores ante el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) para que suspendan de forma inmediata todos los préstamos y desembolsos para Honduras.
Asimismo, suspendieron todo tipo de reuniones políticas, económicas, financieras, culturales, deportivas, de turismo y cooperación con el "Gobierno de facto" de Tegucigalpa, encabezado por Roberto Michelletti.
Los gobernantes apoyaron plenamente la resolución emitida por la Organización de Estados Americanos (OEA) sobre la detención y expulsión de Zelaya de Honduras por parte de los militares y que está destinada a reactivar el restablecimiento del orden constitucional en esa nación.
También solicitaron una reunión de urgencia del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para que se emita una resolución condenatoria y se adopten las medidas coercitivas que correspondan en el caso de Honduras.
Señalaron que si no se restablece el orden constitucional en Honduras, los países del SICA tomarán de manera escalonada las medidas necesarias, incluidas las relacionadas con la suspensión del comercio común, contra el "Gobierno de facto" hasta que Zelaya sea restituido en sus funciones presidenciales.
Los dirigentes declararon que no se reconocerá a ningún Gobierno que surja de esta ruptura constitucional y acordaron mantener contacto permanente, en particular a través del Grupo de Río, para evaluar la situación y las medidas que más adelante se juzgue tomar para lograr la normalidad democrática en Honduras.
En esta reunión también se hallan los jefes de Estado de los países miembros de la Alianza Bolivariana de las Américas (ALBA) y del Grupo de Río, que también analizan la situación en Honduras.
EFE