"Estamos vigilando de cerca la Zona Desmilitarizada, la Zona de Seguridad Conjunta y la Línea Límite Norte ante las posibilidad de que haya provocaciones", dijo un oficial del Estado Mayor surcoreano.
La muerte de Kim Jong-il puso hoy en alerta a Corea del Sur, que extremó la vigilancia militar en la frontera y declaró el estado de emergencia del Gobierno en medio de la incertidumbre sobre las perspectivas del diálogo nuclear.
El fallecimiento del dictador disparó automáticamente las alarmas de la Administración y las Fuerzas de Seguridad del país vecino, que se encuentra técnicamente en guerra con el Norte después de que el conflicto que las enfrentó (1950-1953) concluyera con un armisticio en lugar de un Tratado De Paz.
La inestabilidad a la que se enfrenta Pyongyang, un país con capacidad nuclear, ante el súbito vacío de poder hizo que el Estado Mayor surcoreano ordenara a todas sus unidades situarse en alerta poco después de que la televisión estatal norcoreana anunciara a las 12.00 hora local (03.00 GMT) la muerte de Kim.
Además, el Mando Conjunto de las Fuerzas surcoreana y estadounidense (que mantiene cerca de 28.000 efectivos en el país asiático) incrementó hoy su actividad y el número de soldados a lo largo de la frontera con Corea del Norte.
"Estamos vigilando de cerca la Zona Desmilitarizada, la Zona de Seguridad Conjunta y la Línea Límite Norte (LLN) ante las posibilidad de que haya provocaciones por parte de Corea del Norte", dijo a la agencia Yonhap un oficial del Estado Mayor surcoreano, en alusión a las tres zonas fronterizas donde existe más tensión.
Por su parte, los altos mandos militares de Seúl y Washington optaron por mantener en el nivel tres el llamado "Watchcon", la escala de vigilancia de actividades norcoreanas, en lugar de elevarla al nivel dos, para no crear una sensación de crisis innecesaria.
La última vez que Seúl elevó el "Watchcon" al nivel dos fue inmediatamente después del ataque con artillería sobre la isla de Yeongpyeong por parte de Corea del Norte, en noviembre de 2010, que costó la vida a dos civiles y dos militares.
EFE
Comparte esta noticia