Los bancos islámicos tienen características particulares, entre las que incluyen la prohibición del cobro de una tasa de interés por el préstamo.
Los primeros bancos islámicos comenzaron oficialmente sus actividades en todo Marruecos para atender a clientes, y buscan tener al menos un 10 % del mercado en los próximos diez años.
Bank Assafa y Umnia Bank son las dos entidades bancarias que comenzaron a operar a partir de hoy y ofrecer sus servicios a través de sucursales en diferentes ciudades.
Los bancos islámicos prohíben la usura o el cobro de una tasa de interés por el préstamo, y la inversión en negocios prohibidos por el islam como el alcohol, así como exigen mayor implicación del capital en la economía real.
La introducción de los bancos islámicos en Marruecos supuso un trabajo que duró dos años desde la aprobación en diciembre de 2014 por el Parlamento de la ley que rige la banca islámica y así como todas las medidas que siguieron después de preparación del marco normativo y técnico para armonizarla con el sistema bancario convencional.
Los bancos islámicos fueron denominados "participativos" para evitar cualquier distinción con los bancos convencionales.
Según un estudio realizado por varios expertos en 2014 y presentado en el Parlamento marroquí, las finanzas islámicas podrán aportar a Marruecos un potencial de activos en 73.000 millones de dirhams (unos 6.497 millones de euros) en 2018, y también suponen la atracción de una parte importante de la población no bancarizada. (EFE)


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