El pago que deberá hacerle la empresa al hombre es de 7,000 dólares y es fruto de un proceso judicial iniciado hace 12 años.
Un juez argentino determinó que la tabacalera Massalin Particulares deberá indemnizar con al menos 7.000 dólares a un hombre por la adicción "insuperable" que sufre al fumar desde hace 50 años los cigarros que vende la empresa, la cual apeló la sentencia, confirmó hoy a Efe el denunciante.
El Juzgado Civil y Comercial número 14 de Mar del Plata, en Buenos Aires, explicó que la tabacalera, que comercializa en este país marcas como Philip Morris o Marlboro, deberá pagar a Hugo César Lespada, de 65 años, 110.000 pesos (7.000 dólares) por la "adicción insuperable" que sufre. Según contó a Efe, el objetivo de Lespada es invertir dicha suma, que puede ascender a 300.000 pesos (19.500 dólares) por los "intereses" de llevar cinco décadas fumando, en un tratamiento médico "para poder terminar con este flagelo tan grande que es la nicotina".
La sentencia todavía no es definitiva debido a la apelación de la empresa. Esta señala que "la prueba habla por sí sola sobre las dolencias" que sufre Lespada "luego de haber consumido por más de cuatro décadas los productos ofrecidos por la demandada". El juez José Méndez Acosta, a cargo del caso, admitió que no pudo confirmarse una "relación causal" entre haber fumado tabaco y algunos perjuicios físicos denunciados, como las complicaciones en su sistema nervioso central, la severa disfunción sexual o el aumento de glucosa y lípidos. Sin embargo, sí vio que exista un vínculo entre su "adicción insuperable" y el consumo, al considerar que la nicotina es "la fuente principal e inmediata" del "perjuicio psíquico" de Lespada.
El origen de la adicción. El denunciante asegura que cuando inició el proceso judicial, hace ya 12 años, creía que las posibilidades de ganar a la tabacalera "eran muy pocas" y por eso celebra que el juez haya fallado a favor del "enfermo" y no de "los poderosos que contaminan a la sociedad". "La Justicia tiene que estar favoreciendo a la salud, no a la droga", agrega. El hombre empezó a fumar cuando era un "precoz adolescente" que practicaba varios, porque buscaba ser "más varonil, más grande". Por culpa del “efecto placentero” que sentía, el hábito se convirtió en una adicción de que nunca pudo librarse. "Saben perfectamente que están vendiendo un veneno y no frenan", indicó culpando a la publicidad de la empresa de su hábito. EFE
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