De acuerdo con un policía de la comisaría de Yao Yai, la ciudadana española se encontraba bañando al elefante cuando este le clavó su colmillo, causándole heridas mortales.
Una turista española murió este viernes al ser atacada por un elefante mientras le daba un baño en un centro de paquidermos en la isla de Yao Yai, en el suroeste de Tailandia, indicaron fuentes de la Policía y del centro.
El policía Charan Bangprasert, de la comisaría de Yao Yai, indicó a EFE que una persona de nacionalidad española falleció tras un incidente con un elefante, sin precisar la edad de la mujer.
La información fue ratificada por una trabajadora del centro 'Koh Yao Elephant Care', quien explicó a EFE que la turista se encontraba bañando al elefante cuando pasó por delante del animal y este le clavó un colmillo, causándole heridas por las que murió más tarde.
Lavar elefantes, o bañarse con ellos, son actividades populares en algunos centros de esparcimiento en Tailandia, donde los paquidermos también participan en espectáculos para turistas.
La mayoría de los incidentes con elefantes suelen ocurrir con ejemplares salvajes, que a veces cruzan hacia áreas habitadas por personas, debido a la pérdida de hábitat natural.
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Ataques de elefantes
En los últimos 12 años, se han producido 240 muertes a causa de ataques de elefantes salvajes, incluidas 39 víctimas mortales en 2024, según datos del Departamento de Parques Nacionales citados por el diario The Nation.
El Departamento de Parques Nacionales de Tailandia calcula que más de 4 000 elefantes salvajes viven en los santuarios, parques nacionales y reservas naturales de Tailandia, una población en aumento, aunque aún muy por debajo de los 300 000 paquidermos que poblaban el país hace más de un siglo.
Se estima, además, una población similar de elefantes domésticos en el país, la mayoría de ellos utilizados en espectáculos destinados a turistas.
Antiguamente, miles de elefantes eran usados en la industria maderera, pero cuando la tala se prohibió en 1989, los paquidermos comenzaron a ser exhibidos en las calles para pedir limosna -algo que ya no se observa en el país- y en centros de espectáculos lúdicos.
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