El conjunto del episcopado chileno había presentado su dimisión conjunta el 18 de mayo tras una serie de encuentros con el papa Francisco en el Vaticano.
El papa Francisco ha aceptado la renuncia presentada por el obispo de Osorno, Juan Barros; de Valparaíso, Gonzalo Duarte García de Cortázar, y de Puerto Montt, Cristián Caro Cordero, tras el escándalo en Chile por la falta de transparencia de la Iglesia en la gestión de casos de abusos sexuales a menores, informó hoy la Santa Sede.
Las renuncias se producen después de la investigación que ordenó el papa en Chile y que corrió a cargo del obispo maltés Charles Scicluna.
El pasado mayo, el papa Francisco mandó llamar a 34 obispos chilenos al Vaticano, que presentaron su renuncia en bloque de sus cargos tras reconocer que habían cometido "graves errores y omisiones".
Ahora, Francisco ha aceptado por el momento las renuncias de estos tres religiosos chilenos y ha nombrado administradores apostólicos "sede plena" en las tres diócesis.
Investigación en Chile
Durante su viaje a Chile en enero de este año, Francisco había defendido a Barros, considerado uno de los encubridores del cura Fernando Karadima, condenado en 2011 por la Justicia canónica a una vida de reclusión y penitencia por violaciones y abusos sexuales a menores y las ramificaciones del caso.
Pero a su regreso al Vaticano, Jorge Bergoglio ordenó desarrollar una investigación y tras conocer los resultados dijo que había sido mal informado, pidió perdón a todas las víctimas y recibió a alguna de ellas en el Vaticano.
Francisco ha nombrado en estas tres diócesis a un administrador apostólico "sede plena": En Puerto Montt ha designado a Ricardo Basilio Morales Galindo; en Valparaíso, a Pedro Mario Ossandón Buljevic; y en Osorno, a Jorge Enrique Conchua Cayuqueo, los dos últimos son obispos auxiliares de Santiago de Chile. (EFE)
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