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Hasta un castillo: propiedades de un narco ahora repararán a víctimas en Colombia [FOTOS]

Redacción RPP

por Redacción RPP

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En una mansión de grifos de oro y bañera en forma de ostra, jefes paramilitares y narcotraficantes planeaban sus crímenes en Medellín. La lujosa propiedad fue decomisada en 2010 y pronto se convertirá en un laboratorio forense para identificar miles de desaparecidos en <strong>Colombia</strong>.
En la opulenta casa Montecasino se gestaron magnicidios de candidatos presidenciales y masacres de campesinos, según testimonios de antiguos sicarios al servicio de sus dueños, los hermanos Carlos, Vicente y Fidel Castaño, jefes de los escuadrones de ultraderecha Autodefensas Unidas de <strong>Colombia</strong> (AUC).
Capos del narcotráfico de <strong>Colombia</strong>, como el abatido Pablo Escobar, frecuentaban sus reuniones y fiestas.
La construcción de paredes de mármol y extensos jardines pasó en 2015 a manos de la Unidad para las Víctimas, la entidad encargada de asistir a los afectados por el conflicto armado en <strong>Colombia</strong>, que la rentaba a privados.
Pero ahora por orden del presidente de <strong>Colombia</strong>, Gustavo Petro, Montecasino será administrada por Medicina Legal.
La autoridad forense tendrá en Montecasino un laboratorio para identificar restos óseos de desaparecidos en un país con más de 111 000 víctimas de este delito a lo largo de seis décadas de conflicto interno ennbsp;<strong>Colombia</strong>. Una cifra mayor que la combinada tras las dictaduras de Argentina, Brasil y Chile en el siglo XX.
Claudia Patricia Vallejo, directora de la Unidad para las Víctimas en el departamento de Antioquia (<strong>Colombia</strong>), dice que nadie se alcanzaba a imaginar que en esa casa ocurrieron todos los crímenes y vejámenes, (...) se tiene conocimiento de que allí se torturó a muchas personas.
El día de su investidura, el 7 de agosto de 2022,nbsp;Gustavo Petro se comprometió a usar los bienes incautados a la mafia como base de una economía productiva en beneficio de los más necesitados de<strong> Colombia</strong>.
En 1898, un académico y diplomático inició la construcción de un castillo de dos torres de estilo neogótico en Chía, un municipio que limita con Bogotá (<strong>Colombi</strong>a).
En más de un siglo, el Castillo de Marroquín funcionó, entre otros, como cabaret y hospital psiquiátrico hasta ser adquirido por Juan Camilo Zapata, un miembro del Cartel de Bogotá.
En más de un siglo, el Castillo de Marroquín funcionó, entre otros, como cabaret y hospital psiquiátrico hasta ser adquirido por Juan Camilo Zapata, un miembro del Cartel de Bogotá.
Se muestra un fregadero con forma de pato dentro del Castillo Marroquín, construido en 1898 en el municipio de Chía, cerca de Bogotá.
El integrante de esa discreta organización del tráfico de cocaína en <strong>Colombia</strong> fue asesinado en 1993 y el recinto pasó a manos de la SAE, que en los últimos años tenía un contrato de arrendamiento con una empresa que organizaba allí matrimonios y conciertos.
Tras la instrucción del presidente de <strong>Colombia</strong>, Gustavo Petro, el convenio de alquiler se disolverá para que el castillo sea entregado a la estatal Universidad Pedagógica, de unos 9 000 estudiantes.
Debería ser una política de Estado que todos los bienes extintos por vía del narcotráfico que han generado tantas afectaciones a los derechos humanos de<strong> Colombia</strong> pasen en un acto de reparación a las entidades públicas y a las comunidades que han sido afectadas, celebra el rector de Universidad Pedagógica, Helberth Choachí.
Además del castillo en esta zona de <strong>Colombia</strong>, en el que se proyecta construir un museo, la universidad recibirá 33 de las 70 hectáreas del bosque aledaño para realizar actividades académicas, culturales, y deportivas.
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En una mansión de grifos de oro y bañera en forma de ostra, jefes paramilitares y narcotraficantes planeaban sus crímenes en Medellín. La lujosa propiedad fue decomisada en 2010 y pronto se convertirá en un laboratorio forense para identificar miles de desaparecidos en <strong>Colombia</strong>.
En la opulenta casa Montecasino se gestaron magnicidios de candidatos presidenciales y masacres de campesinos, según testimonios de antiguos sicarios al servicio de sus dueños, los hermanos Carlos, Vicente y Fidel Castaño, jefes de los escuadrones de ultraderecha Autodefensas Unidas de <strong>Colombia</strong> (AUC).
Capos del narcotráfico de <strong>Colombia</strong>, como el abatido Pablo Escobar, frecuentaban sus reuniones y fiestas.
La construcción de paredes de mármol y extensos jardines pasó en 2015 a manos de la Unidad para las Víctimas, la entidad encargada de asistir a los afectados por el conflicto armado en <strong>Colombia</strong>, que la rentaba a privados.
Pero ahora por orden del presidente de <strong>Colombia</strong>, Gustavo Petro, Montecasino será administrada por Medicina Legal.
La autoridad forense tendrá en Montecasino un laboratorio para identificar restos óseos de desaparecidos en un país con más de 111 000 víctimas de este delito a lo largo de seis décadas de conflicto interno ennbsp;<strong>Colombia</strong>. Una cifra mayor que la combinada tras las dictaduras de Argentina, Brasil y Chile en el siglo XX.

En una mansión de grifos de oro y bañera en forma de ostra, jefes paramilitares y narcotraficantes planeaban sus crímenes en Medellín. La lujosa propiedad fue decomisada en 2010 y pronto se convertirá en un laboratorio forense para identificar miles de desaparecidos en Colombia. ( Fuente: AFP)

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