Donald Trump ha provocado una enorme polémica en EE.UU. por sus ataques considerados racistas a cuatro congresistas de su país, todas mujeres y de minorías étnicas, a quienes dijo que "vuelvan" a sus países, pese a ser estadounidenses. Pero los analistas también ven en su discurso una estrategia electoral.
Donald Trump aprovechó una veta del malestar entre los estadounidenses blancos de clase trabajadora y de las zonas rurales para obtener una victoria ajustada en las elecciones de 2016 en Estados Unidos. Y espera volver a hacerlo en 2020, como muestran sus ataques incendiarios y considerado racistas de esta semana contra cuatro legisladoras demócratas del ala izquierda del partido son parte de su estrategia para la reelección, señalan expertos.
Sin un candidato presidencial demócrata contra quien arremeter, Donald Trump, líder del Partido Republicano, ha tratado de mostrar a las cuatro congresistas, todas pertenecientes a minorías y conocidas como el "Escuadrón", como la cara del Partido Demócrata. Incluso lo admitió en Twitter: "Los demócratas están tratando de distanciarse de las cuatro 'progresistas', pero ahora están obligados a acogerlas", dijo. "¡Eso significa que están apoyando el socialismo, el odio a Israel y a Estados Unidos! ¡No es bueno para los demócratas!"
¿Quiénes son las congresistas atacadas por Donald Trump?
Las víctimas de los ataques de Donald Trump son Alexandria Ocasio-Cortez, Rashida Tlaib, Ilhan Omar y Ayanna Pressley. Todas ellas recién llegadas al Congreso en enero, se identifican como "mujeres de color" por su ascendencia hispana, árabe, somalí y afroestadounidense, respectivamente. En tuits y comentarios calificados de racistas por sus oponentes, el presidente dijo que las cuatro deberían "regresar" a sus lugares de origen si no son felices en Estados Unidos, a pesar de ser ciudadanas y representantes de este país. De las cuatro, solo una no nació en EE.UU:: Ilhan Omar llegó de niña como refugiada y se nacionalizó más tarde.
Las cuatro han sido muy críticas de las políticas de Donald Trump, en particular sobre inmigración, piedra angular de la campaña del mandatario en 2016 y uno de los temas centrales de su gobierno. La más conocida es Alexandria Ocasio-Cortez, la representante de Nueva York que ha descrito los centros de detención para inmigrantes indocumentados como "campos de concentración". Otras dos, Omar y Rashida Tlaib, han llamado a destituir al presidente republicano.
¿Qué hay detrás de los ataques de Trump?
Para Larry Sabato, director del Centro de Política de la Universidad de Virginia, el mensaje de Donald Trump está claramente dirigido hacia los votantes blancos que lo llevaron a la Casa Blanca. El republicano obtuvo un 57% de apoyo de votantes blancos en 2016, frente al 37% de su rival Hillary Clinton, la candidata de los demócratas. Para el próximo año se espera que alrededor del 70% del electorado esté compuesto por blancos. Los afroestadounidenses, los hispanos y otras minorías representan el resto y tienden a votar por los demócratas.
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La estrategia de Donald Trump, explica dijo Sabato, es "asociar al Partido Demócrata con la imagen de cuatro mujeres de color". "El cálculo de Trump es 'Si puedo aumentar el voto de los blancos por un punto o dos y conseguir que muchos de los blancos sin educación universitaria que no votaron en 2016 me voten, voy a ganar'. Es una estrategia cínica", señaló. "La mayoría de los presidentes no lo harían porque no quieren pasar a la historia como racistas. Pero a Donald Trump eso no le importa".
Los riesgos de la estrategia.
Según Wendy Schiller, una profesora de Ciencias Políticas de la Universidad de Brown, Donald Trump busca congregar a los republicanos con estos ataques. "Necesita que todos los que votaron por él en 2016 lo hagan nuevamente", dijo Schiller. "Así que es una estrategia inteligente para él hacer que estas cuatro mujeres sean la cara del Partido Demócrata", dijo. Pero la estrategia también conlleva riesgos.
"El riesgo para el presidente es que movilice a su base pero que también movilice a los demócratas", dijo Schiller, al recordar que candidatos como Bill Clinton y Barack Obama lograron mover a ese electorado y ganaron. Con sus comentarios incendiarios, Donald Trump puede molestar a los votantes independientes que necesita para ganar e irritar a las mujeres con educación universitaria, un segmento que en parte abandonó a los republicanos en las elecciones de mitad de mandato en 2018.
Lo que dicen las cifras
Muchos independientes votaron por Donald Trump en 2016 creyendo que "no será tan malo", dijo Schiller, pero ahora pueden cambiar de idea. Según una encuesta de Reuters/Ipsos, el apoyo a Trump aumentó levemente entre los republicanos tras sus ataques contra las congresistas demócratas. Su índice de aprobación neto entre los republicanos en la encuesta realizada esta semana creció hasta a 72%, cinco puntos porcentuales más que en una encuesta realizada la semana pasada.
Pero solo tres de cada 10 independientes dijeron aprobar a Donald Trump, en comparación con cuatro de cada 10 la semana pasada. El 41% de los encuestados dijo aprobar el desempeño de republicano como presidente, mientras que el 55% dijo desaprobarlo. Con las elecciones aún a más de 15 meses de distancia, David Axelrod, estratega jefe de las campañas de Barack Obama a la Casa Blanca, vaticinó que esta semana da una idea de lo que está por venir. "Nunca antes habíamos tenido un presidente que tan regularmente, descaradamente, casi alegremente, buscara inflamar y dividir el país", dijo Axelrod. (Con información de AFP)
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