De ser hallada culpable por el delito de interferir llamadas telefónicas de emergencia, podría enfrentar una pena de hasta un año de prisión.
Una mujer que trabajaba en la central de emergencia 911 de Estados Unidos ha sido acusada de cortar varias llamadas porque, según declaró, "no tenía ganar de hablar con nadie". Su negligencia provocó que varios casos no sean atendidos, incluso algunos donde la vida de personas estaba en riesgo.
Crenshanda Williams es el nombre de esta trabajadora del servicio de emergencia de Houston. Según informa The Washington Post, entre octubre de 2015 y marzo de 2016 atendió miles de llamadas que duraron menos de 20 segundos. Su cuestionable proceder ha provocado que ahora este en medio de un proceso judicial por el que puede ir a la cárcel.

Uno de los primeros casos en conocerse fue el de Hua Li, quien el pasado 12 de marzo compró un ticket de lotería en una tienda de Houston, cuando un hombre armado entró al lugar para robar. La mujer se alejó del lugar y aprovechó para llamar al 911. Crenshanda atendió su llamada.
“Este es el 911, ¿cómo podemos ayudarle?”, le dijo la operadora. “Estaba terminando mi oración y me desconectaron la llamada", contó Hua Li al medio local KPRC. Ella volvió a llamar dos veces más y la policía llegó al lugar. Lamentablemente, el dueño del local había muerto víctima de un disparo del ladrón.
Otro caso fue el de un conductor que advertía de que en una autopista había camiones realizando carreras de velocidad. La respuesta de Williams fue: "Nadie tiene tiempo para eso. De verdad", y colgó la llamada.
La mujer de 43 años ya no labora en la central de emergencia. Ha sido acusada este último martes por interferir en llamadas telefónicas de emergencia y podría enfrentar una pena de hasta un año de prisión.
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