Hace cinco años, los investigadores comenzaron a indagar este caso desde cero. Pese a la confesión, todavía hay cabos sueltos en este crimen cometido en 1975.
Las hermanas Sheila y Katherine Lyon, de 12 y 10 años, salieron de su casa en Kensington (Maryland), el mediodía del 25 de marzo de 1975. Nunca volvieron. Después de 42 años, Lloyd Lee Welch (60) se declaró culpable del rapto y muerte de las menores.
El hombre admitió que participó en el secuestro de las hermanas Lyon. Welch tenía 18 cuando cometió el crimen. Pese a la confesión, todavía queda por resolver si otra persona participó en el asesinato, como Welch asegura.
Investigación desde cero. El acuerdo con la Fiscalía fija una condena a 48 años de prisión. Actualmente, ya está encarcelado por una agresión sexual a una niña de 10 años. Según la versión de la Fiscalía, Katherine y Sheila Lyon fueron raptadas del centro comercial y asesinadas. Los restos de las menores fueron llevadas por Welch a una zona rural de Virginia para quemarlos en una finca familiar.
Hace cinco años, los investigadores de la policía de Maryland empezaron a indagar desde cero. Revisaron las fichas policiales y encontraron que la policía interrogó a Welch pero lo consideró un testigo poco fiable. Los investigadores descubrieron que Welch había cometido varios delitos como el robo a una casa. Al examinar la fotografía de su detención, notaron que se parecía al retrato robot que se hizo en 1975 en base a testigos del centro comercial donde las niñas desaparecieron.

Confesión. Tras este hallazgo, los investigadores visitaron a Welch en la cárcel de Delaware donde cumple condena por violación. En el interrogatorio, reconoció que estuvo en el centro comercial y creía que las hermanas fueron “raptadas, violadas y quemadas”, según las notas policiales citadas por el diario The Washington Post.
En mayo de 2015, Welch dio a los investigadores nombres de familiares que supuestamente habían visto cómo raptaban a las niñas. Dijo que vio cómo su padre y su tío mataban y se deshacían de los restos de una de las niñas en el sótano de su casa. Uno de ellos, sostuvo, le obligó a llevar los restos a la finca de Virginia.
Preguntas sin resolver. Los investigadores llegaron al sótano de la casa de Maryland y vieron que coincidía con la descripción del hombre. Encontraron rastros de sangre que tenían ADN humano, sin embargo fueron considerados de muy mala calidad lo que impedía determinar su identidad.
La policía también investigó al tío de Welch pero no descubrieron nada que lo incrimine. Al no haber pruebas, la Fiscalía no le imputó delito. El padre de Welch murió en 1998. Si tuvo algo que ver con el crimen de su hijo, el secreto se lo llevó a la tumba.


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