La estatua será retirada de la vista pública, en medio de una controversia desatada por el público y críticos de arte. El autor dijo no comprender los cuestionamientos hacia su obra.
Una curiosa polémica se ha desatado en Dinamarca en torno a una estatua inspirada en La Sirenita, la obra del autor Hans Christian Andersen.
Se trata de la escultura de granito Den Store Havfrue (La Gran Sirena, en español), que se encuentra actualmente en el municipio de Dragør, cerca de Copenhague.
La figura ha sido duramente criticada por el público y críticos de arte, que no han dudado en calificarla de “fea y pornográfica” y “el sueño erótico de un hombre sobre cómo debería ser una mujer”.
“Es verdaderamente alentador que muchos consideren la estatua vulgar, poco poética e indeseable, porque nos asfixiamos con cuerpos autoritarios en el espacio público”, manifestó Sorine Gotfredsen, sacerdote y periodista, según recoge The Guardian.
La escultura se erigió en 2006, en el muelle de Langelinie de Copenhague, cerca de otra figura alusiva a La Sirenita. Sin embargo, vecinos la calificaron como “falsa y vulgar”, por lo que fue posteriormente reubicada en el municipio de Dragør.
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Escultura retirada
De acuerdo con el mentado medio británico, las críticas contra la estatua no han cesado y esto ha llevado a las autoridades danesas a disponer su retiro del público, con la justificación de no estar en consonancia con el patrimonio cultural del lugar donde fue reubicada.
Si bien la obra tiene muchos detractores, hay quienes consideran que estas críticas se deben al tamaño de los senos de la escultura. “¿Deben los pechos femeninos desnudos tener una forma y un tamaño académicos específicos para que se les permita aparecer en público?”, se preguntó la periodista Aminata Corr Thrane, del diario Berlingske.
Al respecto, Peter Bech, autor de la estatua, aseguró no entender las críticas contra su obra, al considerar que los pechos de la sirena son “de un tamaño proporcional” a su escala.
Según The Guardian, el artista ha dicho que recibe comentarios positivos de parte de los vecinos de Dragør, por lo que espera encontrar una salida para que su escultura siga siendo exhibida en el municipio.